¿Podrá la Mesa de La Habana despejar el camino del acuerdo?

Los negociadores del Gobierno y de las FARC retoman el diálogo rodeados de las polémicas, debates y posturas enfrentadas que pueblan el escenario político y las calles de Colombia. La posición de arranque de la guerrilla es renegociar pero no dilatar el proceso.

La entrega de propuestas por parte de los promotores del No al acuerdo de paz está hecha. Ahora ese contenido debe llegar formalmente a las FARC-EP al margen de polémicas, debates y enfrentamientos. Es la tarea que tiene en la agenda de esta semana el equipo del Gobierno que volverá a sentarse con las FARC-EP en La Habana. No se ha precisado si habrá debate o es una simple transmisión de planteamientos –la Mesa de negociación no está funcionando como tal-, lo que sí se ha trasmitido por parte de los principales líderes de la guerrilla es que asumen el análisis de esas propuestas pero se niegan a dilatar el proceso indefinidamente. El tiempo de negociación debe ser limitado.

Esa rapidez es la que demandan también las masivas protestas ciudadanas que han llevado a la calle la pasada semana en favor del Acuerdo. Mientras las manifestaciones llenaban plazas y calles, las propuestas de los diferentes sectores del No han sido recibidas por el presidente Juan Manuel Santos sin que haya habido un pronunciamiento explícito a favor o en contra de ninguno de los puntos propuestos. El jueves 13 el presidente anunciaba una ampliación del cese al fuego bilateral hasta el 31 de diciembre, insistiendo en que se trata de una fecha que podrá ir prorrogándose, y el viernes 14, en La Habana, se avanzaba en el protocolo de ese alto el fuego y los mecanismos de verificación junto a las Naciones Unidas. Este procedimiento se ha alterado para generar unos Puntos de Preagrupamiento Temporal (PPT) que servirán hasta que pueda entrar el vigor todo el protocolo a las zonas veredales de agrupamiento.

Esta semana de voces en la calle también sumaba una significativa en contra de los promotores del No, la de la fundación Fuimos Héroes, que agrupa a más de 6.000 uniformados, entre los que se encuentran condenados o procesados por ejecuciones extrajudiciales. Su representante, Tania Parra, abogada especialista en derecho internacional humanitario, se desmarcaba en una entrevista con El Espectador de las propuestas del senador Álvaro Uribe. En especial contra su pretensión de eliminar la Jurisdicción Especial de Paz que se definió en La Habana y que el expresidente quiere sustituir por un Tribunal Transicional dentro de la estructura de la Rama Judicial Colombiana. Las propuestas de Centro Democrático “no nos representan”, llegó a decir Parra para quien el ‘alivio judicial’ propuesto por Uribe “es inconstitucional» y transgrede el Marco Jurídico para la Paz, que modificó el artículo 66 de la Constitución.

Las FARC-EP mantienen un talante firme y sus mensajes, tanto en las redes sociales como en las entrevistas concedidas en los últimos días, siguen apostándole al proceso. El más duro con Uribe ha sido Iván Márquez : “La esperanza de paz de los colombianos vuela mucho más alto que los sentimientos rastreros del saboteador aludido por el New York Times”, en referencia al perfil que el periódico hizo del expresidente. “El debate post plebiscito debe centrarse en encontrar salidas sensatas y realistas, no en maniobras politiqueras”, decía la cuenta de twitter de Pablo Catatumbo.

 

 

En lo que ambos han coincidido en sendas entrevistas concedidas este fin de semana en que las propuestas de los partidarios del No se pueden analizar, puede haber una renegociación, pero sería peligroso que el debate se demorara en el tiempo. “Renegociar el acuerdo es complejo pero lo podemos analizar. No podemos permitir que se dilate en el tiempo porque corremos el riesgo de que el proceso de paz termine mal, está en el limbo (…) y si se nos muere este proceso, el limbo puede pasar al infierno y por eso tenemos que salvar este proceso de paz”, aseguró Márquez, líder del equipo negociador de las FARC, en entrevista con Daniel Coronell en Univisión.

“Claro que nos gustaría hablar con ellos personalmente y que consideramos que sus aportes pueden enriquecer el acuerdo. Pero que no dilaten más este proceso: la patria lo está reclamando en las calles”, era la respuesta de Pablo Catatumbo, comandante del bloque Occidental y uno de los negociadores en La Habana, al ser preguntado por El Pacifista sobre el mensaje que enviaría a los defensores del No.

Álvaro Uribe ha capitalizado en persona las propuestas del No que resumió en un documento hecho público el día 9 de octubre en el que incluye modificaciones en cuestiones como la Justicia Transicional del Paz –punto clave del acuerdo-, la lucha contra el narcotráfico, la propiedad de la tierra, fiscalidad, limitación en las consultas previas a las comunidades y fiscalidad. Además de pedir “transparencia” a pesar de que reiteradamente se negaron a sentarse en la mesa de negociación general. Las reuniones de Santos también han incluido a las iglesias, al expresidente Andrés Pastrana y al exprocurador Alejandro Ordóñez.

Pastrana ha incluido en su documento cuestiones referidas a la protección de la propiedad privada y del agronegocio, la reparación de las víctimas con todos los recursos de la guerrilla, reformas al sistema de justicia transicional y el desmantelamiento completo del narcotráfico. Rechaza que los acuerdos de paz firmados por el Gobierno de Santos y las FARC se incorporen al cuerpo legal del país con rango constitucional. También incluye puntos de justicia transicional, penas privativas de la libertad y reforma rural integral. El documento de Ordóñez está formado por 73 páginas con cuatro grandes puntos, cada uno de ellos con varias propuestas, para reajustar el acuerdo de paz. E insiste en «purgar» del acuerdo un concepto que realmente no existe, la “ideología de género”, y del que tanto él como las iglesias evangélicas han hecho bandera.

A todos ellos vuelve a responder Santos este mismo lunes durante la posesión de Stella Jeannette Carvajal y Rafael Francisco Suárez como nuevos magistrados del Consejo de Estado: “Vamos a buscar una salida entre las alternativas que nos ofrecen nuestras leyes y nuestra Constitución, incluidas las sentencias de la Corte Constitucional”. Y en este sentido insiste en que «es con la juridicidad» como se va a sacar adelante el Acuerdo de Paz, que reclaman todos los colombianos: los del Sí, los del No y los que no votaron en el plebiscito.

Este primer diálogo del equipo negociador en La Habana deberá arrojar luz de los puntos en lo que no hay retorno y donde sí puede avanzarse. Apuntes que también servirán para ‘retratar’ a quienes los proponen, si acercan posturas en un diálogo constructivo como el que pregonan o son solo zancadillas al proceso, como les imputan otros. Pastrana ha hablado de negociar de nuevo punto por punto y Centro Democrático se suma a esa idea.