El gigante EPM arremete contra los barequeros de Toledo

Las familias de barequeros afectadas por el megaproyecto de Hidroituango son desalojadas por tercera vez por policías y agentes privados al servicio de la multinacional antioqueña. Ríos Vivos denuncia la actitud de la multinacional y la negativa del alcalde a negociar.

El Colectivo de Abogados José Albear Restrepo emitió este martes 31 de enero una alerta temprana para evitar lo que en sólo 24 horas se ha materializado: el desalojo de las familias de barequeros que sobrevivían en las playas de río Cauca, en Toledo (Antioquia), después de haber sido expulsados de su territorio en dos ocasiones anteriores y de perder, en cada una de las arremetidas, sus pertenencias. Tal y como advertía el Cajar, están en juego los derechos humanos de los miembros de «la Asociación de víctimas y afectados por megaproyectos ASVAM Toledo, ASVAM Orchibu y Asvam San Andrés de Cuerquia».

La multinacional Empresas Públicas de Medellín (EPM) es el gigante que no quiere a nadie en las tierras que considera de su propiedad por el conflictivo megaproyecto de Hidroituango el embalse de 79 kilómetros de longitud que promete arrasar con la población que habita las 26.000 hectáreas del Cañón del Río Cauca en el que avanza. Hasta el momento, de la zona han sido desalojadas unas 500 familias y la empresa pretende sacar a otras 1.500 de aquí a final de año. La resistencia al proyecto Hidroituango ha sido invisibilizada por los medios de comunicación antioqueños y criminalizados los activistas que ella participan.

 

Esta mañana, el Movimiento Ríos Vivos emitía un comunicado urgente alertando de que varias familias estaban rodeadas por agentes de la Policía y por miembros de la seguridad privada de EPM que los han obligado a abandonar sus precarias viviendas al pie del río.

WhatsApp Image 2017-02-01 at 10.44.49 AMAquí ha llegado mucha policía, mucho ejército a la playa La Arenera Los Mangos y nos dice que no podemos trabajar en el río, en ninguna zona del municipio de Toledo, que tenemos dos horas para sacar las cositas que tenemos… tenemos 6 o 7 colchones, unos siete bultos de cositas y que debemos sacarlo al hombro… eso es como imposible porque nos dicen que salgamos hasta el puente de Pescadero, a una hora”, explicaba Rudy Estela Posada Mazo, una de las barequeras afectadas. “Nos moveremos a otra playa porque nosotras no podemos quedarnos sin trabajar y, además, tenemos una señora discapacitada de 65 años y otra señora que está muy coja y es imposible que nos vayamos del río”, añadía en la mañana en pleno desalojo.

Horas después, un activista de Ríos Vivos explicaba que “están caminando por el río… no saben a dónde ir”. El Movimiento recuerda que estas familias afectadas por Hidroituango fueron desalojadas “de esta misma playa” la última vez en marzo de 2015. “En ese desalojo perdieron la mayoría de sus enseres y las herramientas para desarrollar su práctica ancestral del barequeo y la alcaldía nunca les devolvió esas pertenencias”. Ríos Vivos denuncia que EPM “se ha adueñado del territorio” –“incluso en una playa donde no hay trabajos de esa empresa”- y que el alcalde de Toledo se niega a dialogar sobre este asunto