760 organizaciones y personas le piden al Papa que medie con Duque para reactivar los procesos de paz
El 7 de agosto, cuando Iván Duque tomó posesión como presidente de Colombia, éste se comprometió a realizar un análisis de la situación en la que estaban las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en conjunto con la Iglesia Católica y las Naciones Unidas. Para hacer ese balance se daba 30 días. Pero han pasado 73 días y el Gobierno sigue jugando con fuego al no dar respuesta a la Delegación de Diálogos del ELN que espera en La Habana mientras ve cómo se cierran los espacios políticos: ni hay delegación del Gobierno al otro lado, ni hay rompimiento formal de las negociaciones.
Por eso, 761 personalidades y representantes de organizaciones religiosas y laicas de Colombia y de otras partes del planeta han suscrito una carta abierta que ha sido remitida al Papa Francisco en El Vaticano. Allí, en la ciudad-Estado, recibirá el Papa a Iván Duque en audiencia el 22 de octubre y por eso, en la carta, le solicitan que “por favor invite a este Gobierno a consolidar la implementación del acuerdo de paz, así mismo, a reiniciar la Mesa de Diálogos de Paz con el ELN”.
La carta abierta ha sido suscrita por 18 organizaciones religiosas, 283 organizaciones sociales y de víctimas, y 449 personalidades y ciudadanos.
Ver aquí la carta abierta con todas las firmas actualizadas
Las personas y organizaciones firmantes están preocupadas y así se lo hacen saber al Papa Francisco: “Ante este incierto escenario, exhortamos al Gobierno Nacional y al ELN para que realicen su mejor esfuerzo conducente a reanudar con prontitud y sin dilaciones la Mesa de Diálogo, la cual debe tener como cimiento el respeto por el Derecho Internacional Humanitario y la suficiente transparencia de cara a la sociedad civil”.
La petición recuerda que fue precisamente en el contexto de la última visita del Papa a Colombia que se firmó el primer cese al fuego nacional, bilateral y temporal entre el Estado y el ELN. “Hace algo más de un año sus pies se posaron sobre este sufrido suelo colombiano, lugar donde su rostro se estremeció ante el dolor de las víctimas del conflicto armado. Su mensaje de paz nos llenó de fortaleza para seguir abriendo caminos hacia la reconciliación y sigue resonando e invitándonos a no desfallecer en esta meta”.
Esos caminos ahora parecen cerrados y la sociedad civil trabaja intensamente para tratar de desbloquearlos. La carta está firmada por decenas de organizaciones campesinas e indígenas, sacerdotes, líderes sociales y académicos, así como por representantes de organizaciones de derechos humanos de México, Cuba o España, entre otros.