Defender el pensamiento crítico
En el acto de desagravio al profesor Miguel Ángel Beltrán ofrendado por Carlos Zatizábal y una docena de académicos y artistas, las palabras se vistieron de dignidad y entre versos, cantos y líricas que reflexionaban sobre nuestra humanidad y nuestra identidad, también los abrazos de solidaridad se hicieron presentes. Al inicio del evento fue leída la carta que el profesor Zatizábal y 300 profesores más firmaron para que no fuera aceptada la orden de la Procuraduría, en cabeza entonces del inhabilitado Alejandro Ordóñez, de destituir a Miguel Ángel Beltrán de su cargo, apelando a la autonomía universitaria. El acto fue realizado en el auditorio de la facultad de enfermería de la Universidad Nacional y se percibe el malestar de la educación superior que vive nuestro país.
El poeta Juan Manuel Roca se acercó a los micrófonos y dijo que era inaudito que en este país haya que defender el pensamiento crítico, cuando el acrítico no lo es. Dos de sus poemas iniciaron la jornada cultural en la que la poesía solidaria y necesaria invita a la reflexión y a la pasión que concluyó con los versos «Al horror agrego más horror y a la belleza más belleza». Posteriormente se presentó la obra Tierra del grupo Tramaluna teatro dirigida por Patricia Ariza. La obra es una reflexión sobre los acuerdos de paz y es una invitación a entender las dinámicas del despojo y los costos que tienen que pagar las mujeres por las violencias estructurales a lo largo de los siglos, pero también es una reivindicación: «Tierra para quien huye de la tierra».
Según el profesor Leopoldo Múnera es una vergüenza tener que hacer actos de desagravio y comenzó su intervención diciendo que este país está perdiendo la Memoria y también la Dignidad. «Aquí se está utilizando la publicación de libros como prueba de la participación en grupos armados» aseveró. Después hizo una cronología de los abusos cometidos contra el profesor Beltrán desde su captura y deportación ilegal desde México anunciando que hay una parte de la Universidad Nacional que siempre ha estado y estará del lado del profesor Beltrán, lamentablemente no por parte de toda la comunidad universitaria.
El acto se fue convirtiendo en una clase de historia y de cultura política a través de cantos que evocan la muerte de otros luchadores que sin nombre pasaron a la memoria colectiva. El profesor Pedro Hernández, se refirió a la forma en la que ha sido sometido el pensamiento crítico a las lógicas de la guerra. «Miguel Ángel Beltrán es un símbolo de las mentiras repetidas por parte de funcionarios del estado, por ello es necesario entrar en otra fase de justicia, reparación y no repetición, por ello es también un símbolo de esperanza, de construcción de paz, si logramos eso desde la universidad podemos proyectarle esto al país».
Finalmente la intervención de Miguel Ángel Beltrán comenzó con el agradecimiento a los abogados que le han apoyado en la larga lucha por la libertad y por la reivindicación de sus derechos, en la defensa del pensamiento crítico y la autonomía universitaria y la paz. «Mi persecución, encarcelamiento, destitución e inhabilidad para desempeñarme como funcionario por 13 años se originó desde 1929 con el asesinato del estudiante Gonzalo Pérez Bravo, continuó con la de Jorge Eliécer Gaitán, la de Jaime Pardo Leal y muchos otros en donde se estigmatizó el pensamiento crítico. Recientemente las descalificaciones del profesor Mauricio Archila como apologistas del terrorismo por parte del Senador y expresidente Uribe son una prueba fehaciente de que en Colombia se sigue estigmatizando el pensamiento diferente» afirmó Beltrán.
Las noticias siguen pululando sobre las amenazas a estudiantes y académicos que participan de procesos sociales, de organizaciones que respaldan los acuerdos de la Habana, a líderes sociales que en promedio cada dos días están siendo asesinados. Sin embargo y a pesar de todo ello hay personas que siguen luchando por defender el pensamiento crítico con versos y cantos donde reside la memoria y la dignidad. Esta es la Colombia del absurdo, donde censuran a los defensores de derechos humanos que fueron escogidos como magistrados para la Comisión de la Verdad, donde desaparecen a unos para esconder otras desapariciones como ocurre en el caso del Palacio de Justicia. El negacionismo de la derecha tiene mucho eco en las redes sociales, que es lo que consume la gente del común, como dijo un mago estadounidense a la gente le gusta que la engañen y en época preelectoral las mentiras abundan como regalos navideños. Esta transición ya nos tiene la conciencia llena de muertos y nos preguntamos aún si este es el tránsito hacia donde nos llevará el pos-conflicto?