El jaguar: ¿víctima del desplazamiento forzado de Hidroituango?
Ya se sabe que el megaproyecto hidroeléctrico de Hidroituango, de Empresas Públicas de Medellín, es un problema gigante para las comunidades del Bajo Cauca; también, que la inundación de 3.800 hectáreas para poner en marcha la represa que tanto dolor ya ha causado borrará el rastro de las fosas comunes en las que reposan los cuerpos de unas 2.200 personas que ha sido desaparecidas de manera forzada durante el conflicto armado; no hay ya duda de que barequeros y campesinos de los 12 municipios afectados perderán su modo de vida y que la tala de bosques de gran valor ambiental supondrá una herida difícil de cuantificar… y desde 2015 el Movimiento Ríos Vivos lleva denunciando que había una víctima que nadie estaba teniendo en cuenta: el jaguar.
Este felino, el más grande las américas, también andaba desaparecido y la palabra de campesinos y activistas de Ríos Vivos asegurando de que lo habían avistado no era suficiente. Ahora, Corantioquia, la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia, reconoce que cámaras ‘trampa’, instaladas en colaboración con la Universidad CES y el Área Metropolitana, han podido captar el paso de este animal valioso en el municipio de Ituango.
“Corantioquia ha terminado reconociéndolo pero no conecta el avistamiento con los riesgos que supone para el jaguar la construcción de Hidroituango”, explica Isabel Zuleta, del Movimiento Ríos Vivos. De hecho, la institución que debe velar por el ambiente en el departamento “hace un llamado a los habitantes de Ituango y sus alrededores para que eviten invadir el hábitat de este felino con el fin de que él pueda continuar su dinámica natural, brindando también un servicio de control al ambiente”. No hace ningún llamado a las Empresas Públicas de Medellín, aunque la Asociación de Ganaderos Ambientalistas de Ituango (Aganadan) ha denunciado la muerte de al menos ocho reses en el mes de enero provocadas por un felino de gran tamaño que bien puede ser un jaguar. Johana Grajales, vocera de Aganadan, cree que hay muchas posibilidades de que estos ataques sean consecuencia de la deforestación en el área de influencia de Hidroituango. Grajales explicaba en Natur Press: “Tenemos una relación temporal, no causal, por ahora no puedo decir que sea causal, con el proyecto hidroeléctrico Hidroituango, donde se evidencia que existen una coincidencia entre los ataques de los felinos con una actividad que ellos están adelantando en estos momentos que es la deforestación para limpiar el área que será inundada”. Hidroituango está procediendo a deforestar 4.500 hectáreas del hábitat natural de estos animales. “Establecer una causalidad directa entre una situación y la otra, le corresponde a la Corantioquia como autoridad ambiental o a una organización científica”, afirma la presidenta de Aganadan.
La hipótesis de Aganadan no parece alocada cuando la propia Corantioquia, al hablar del avistamiento del jaguar explica: “Actualmente en Colombia estos felinos se encuentran vulnerables a la extinción debido a la destrucción de los bosques y la cacería sistemática de sus presas naturales, como guaguas, venados, armadillos, cusumbos, entre otras especies. Ante la presencia de grandes felinos en la región”. Pero una vez más, Corantioquia no ve problema alguno con Hidroituango e “invita a la comunidad a suspender las actividades de cacería y deforestación, y realizar buenas prácticas ambientales para coexistir con la fauna silvestre”.