ESMAD desaloja de madrugada el Campamento por la Paz de la Plaza de Bolívar

La alcaldía aduce razones de seguridad para la celebración de Salsa al Parque. #Campamentopaz denunció la desproporcionada medida y que había un acuerdo para que una parte permaneciera.

Un fuerte dispositivo del ESMAD desalojó por la fuerza de madrugada el Campamento por la Paz instalado en la Plaza de Bolívar desde hace 49 días. La Alcaldía insiste en que había un acuerdo con los organizadores y que la medida era necesaria para garantizar la seguridad de la celebración de Salsa al Parque. Sin embargo, estos insisten en que en ningún momento se dijo que se iba a levantar completamente y que la Secretaría de Seguridad lo sabía y estaba de acuerdo.

Parte del campamento se había desmontado en la tarde de ayer mismo de forma voluntaria tras una asamblea en la que un 90% acordó seguir hasta que se firmara oficialmente el acuerdo y se conocieran los mecanismos de refrendación e implementación. Quienes sí dejaron el campamento lo hicieron como una decisión personal. Según el movimiento #pazalacalle y #campamentopaz, el grupo que permanecía suponía apenas el 20% del campamento original y se reducía los suficiente para facilitar la celebración de los actos Salsa al Parque que se están desarrollando durante todo el fin de semana en la plaza y que ayer mismo arrancaron sin incidentes. De hecho, explican muchos de los grupos que participaron saludaron al campamento y expresaron su apoyo.

 

Iván Vargas, integrante de #pazalacalle ha explicado que el desalojo se produjo sin que hubiera un acto administrativo que los respaldara, que unos 300 agentes de la ESMAD aparecieron de madrugada para obligar a las 50 personas que permanecían en el campamento. En este mismo sentido, Alex Sierra explicó en una rueda de prensa posterior que reclamaron la orden de desalojo sin que se aportara, por lo que se desconocía si venía de Presidencia o de la Alcaldía. «Decían que aquí había guerrilla y paramilitares inflitrados, y ustedes nos pueden ver, somo personas normales, de carne y hueso, que durante 49 días hemos sacrificado el calor de nuestros hogares y a nuestra familias para venir aquí a pedir por la paz de todos los colombianos. Fuimos pacíficos y seguimos siéndolo, fuimos un referente de resistencia por la paz y nos sacan de madrugada como si fuéramos criminales y si a eso se suman los asesinatos, están poniendo en riesgo el proceso de paz»

Vargas considera “muy grave” la forma en que se ha producido, un ataque contra los derechos humanos. Explica que varios integrantes fueron introducidos en camiones de la policía pero un cordón humano del resto de compañeros impidió que se los llevaran y lograron bajarles de los camiones. También lamenta las trabas que se pusieron a la Defensoría del Pueblo para monitorear lo que estaba pasando y que únicamente un funcionario pudo acceder a la plaza hora y media después de que se iniciara el desalojo. Marta Delgado, otra de las portavoces del campamento, también denunció que no se dejó acceder a los medios de comunicación pero que tienen grabaciones y fotografías que prueban el abuso de poder por parte del ESMAD. Los responsables del Campamento por la Paz decidirán en asamblea las acciones judiciales a seguir y las nuevas estrategias de apoyo al proceso de paz.

Según Vargas y los comunicados que a partir de las tres de la mañana empezaron a circular por las redes sociales, los agentes rodearon el campamento y cerraron los accesos a la plaza.  (Imágenes de Campamento por la Paz)

Vargas recordó que no solo el Acuerdo de Paz, sino la Constitución colombiana protege el derecho a la protesta y ellos han estado todos estos días de forma pacífica. Mostró la sorpresa de todo el colectivo con los responsables del Distrito, de los que aún no han tenido ninguna comunicación pese a que durante todos los días que se ha desarrollado el campamento ha habido una comunicación fluida.

Desde la alcaldía de Bogotá se ha emitido un comunicado en el que se explica que el desalojo se debe a que había un acuerdo con los convocantes -que estos niegan- para levantar todo el campamento y que Salsa al Parque requiere unas condiciones de seguridad que obligaba a terminar con todo el campamento. “Como consecuencia, con el propósito de garantizar la seguridad de los asistentes y de los mismos ocupantes de la Plaza de Bolívar, que aún permanecían en el lugar, la Administración tomó la decisión de finalizar el desmonte del campamento que se inició el día de ayer de forma voluntaria”.

El comunicado de la alcaldía insiste en que la Personería y los gestores de convivencia “estuvieron en todo momento”, que se dialogó con los integrantes durante dos horas sobre la necesidad de que desocuparan el espacio “en aras de preservar su seguridad y la de los asistentes a Salsa al Parque”. Según su versión, la oficina de derechos humanos de la Policía mantuvo la “interlocución permanente”, 13 personas aceptaron su oferta de albergues y “los demás fueron trasladados a una cuadra de la Plaza para que tomaran el rumbo que cada uno considerara”. Afirma que “no hay ninguna persona en las UPJ por este tema, ni personas heridas”. (ver comunicado)

El evento Salsa al Parque arrancó en la noche de ayer viernes sin incidencias, y el propio alcalde Enrique Peñalosa así lo compartía en su twitter

 

Alex Sierra, de Campamento por la Paz, insistió durante la rueda de prensa ofrecida esta mañana a las puertas de la Biblioteca Luis Ángel Arango, que el campamento había acordado permanecer en la plaza hasta la firma oficial del acuerdo final, que al parecer el propio presidente Juan Manuel Santos iba a llegar hasta allí para ese acto. En ese momento ellos iban a levantar las carpas. Sin embargo siete personas decidieron el viernes a titulo personal irse del campamento y emitieron comunicados públicos diciendo que el campamento finalizaba,  «y eso era mentira». «Todo eso nos pone en suspicacia de que algo más está pasando. Porque el campamento había decidido por unanimidad continuar».

Aunque físicamente el campamento ya no esté «sigue en cada uno de nuestros corazones, es un ideal, un sentimiento que tenemos nosotros y que vamos a continuar hasta ver este país en paz», sentenció Sierra.

El movimiento #Pazalacalle ha expresado su apoyo a los integrantes del campamento y ha criticado la forma de actuar de la Alcaldía y ha anunciado que se elaborará una ruta sobre las presuntas violaciones de derechos humanos a personas de especial protección presentes en el campamento, como discapacitados y mujeres. Al tiempo ha instadl al presidente Juan Manuel Santos, que en días pasados felicitó la iniciativa, a que muestre su apoyo.

A traves de twitter testigos y participantes ha reportado agresiones por parte de los agentes del ESMAD. El alcalde Enrique Peñalosa ha negado que haya habido heridos y ha defendido la decisión tomada  porque como alcalde «debo garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, no solo la de un grupo». A su juicio, la presencia de carpas, vallas y todo tipo de elementos en un espacio público como este, «medio de eventos de aglomeraciones de alta complejidad, se convierte en un riesgo para la seguridad de todos. La Constitución y las leyes, además, me obligan a que no exista una ocupación permanente del espacio público y se debe cumplir para todos los ciudadanos».