El año no termina el 31 de diciembre

La llegada del año nuevo no siempre es la misma para todas las personas. En Colombia, así como en otros países, el 1 de enero no significa nada y el tiempo se cuenta de forma distinta.

El ritual festivo de recibimiento de año nuevo no siempre es el 1 de enero. Dicho de otra manera: para mucha gente el 31 de diciembre no es el último día del año. Y mientras para el mundo occidental católico llega el año 2017 otros ya van pasando el año 5700.

Los días y meses del calendario que rige a nivel mundial están basados en el calendario gregoriano, que es una propuesta del catolicismo y su nombre proviene de su promotor: el papa Gregorio XIII. El uso del calendario gregoriano se impuso en las zonas de influencia católica en el año 1582, pero existen otras formas de contabilizar el tiempo para algunas culturas, como la islámica, la judía, la china o algunas comunidades indígenas de las Américas.

“Para nosotros la navidad, el año nuevo, los cumpleaños no son festividades, ni motivo de celebración, no significan nada”, explica Gabriel Abdul Malik de la mezquita Ah Nur de Cali. Para la cultura islámica el calendario gregoriano no significa nada, sino que se rige por el calendario lunar, que es aproximadamente doce días más corto cada año. Así, para los islámicos el año terminó el 2 de octubre (gregoriano) y, al día siguiente, no se llegó a 2017 sino a 1438. Este día es conocido como el 1 de Muharram y conmemora la llegada del profeta Muhammad. En esta cultura religiosa no se celebra el nacimiento de Jesús, como se hace en el cristianismo, pues no se considera un hecho significativo. Es decir, tampoco creen en la navidad y piensan que Jesús “es un hombre, un profeta que no dejó de ser un hombre, porque Dios es solo uno. De hecho Jesús no nació un 24 de diciembre, sino que nació en verano, pero la historia nos la cuentan mal, la manipulan”, afirma Abdul Malik. En el Islam sólo se tienen dos fechas importantes al año, que son el Ramadan y la Fiesta del Cordero.

El pueblo indígena Misak en Colombia finaliza su año el 31 de octubre gregoriano y le da paso al año nuevo el 1 de noviembre. «Cuando regresan los muertos a visitarnos, se hace una ofrenda para ellos. Cada familia hace una comida para ofrecer el 31 de octubre a sus familiares muertos», explica Carmenza Ussa, del Cabildo Indígena Misak de Bogotá. La tradición Misak se ha preservado de manera milenaria y cada año los muertos regresan a visitarlos en la misma fecha que en otras culturas se celebra el llamado «día de brujas», día de los muertos para la cultura mexicana o Halloween para los norteamericanos.

Los Misak cierran el año en octubre con rituales propios que se relacionan de manera profunda con la Madre Tierra y el 1 de noviembre «se comparten los alimentos con la familia y vecinos para celebrar la llegada del año nuevo» . Aunque muchas familias indígenas se encuentran lejos de su territorio ancestral, en la resistencia indígena Misak se trata de preservar la tradición incluso en la ciudad, «aunque hay familias muy dispersas que viven en otras localidades, el Cabildo sigue celebrando la tradición cada 31 de octubre donde estemos y hacemos lo mismo que en nuestro territorio», agrega Carmenza.

El mes de Tishrei le da inicio al año nuevo para la cultura judía, que tampoco siguen el calendario gregoriano, sino el hebreo. Al igual que los islámicos, los creyentes del judaísmo tienen un calendario lunar, que diferencia también el inicio del día, pues se empieza un nuevo día cuando se oculta el sol, más o menos a las 6 pm de la hora colombiana.

En la cultura hebrea el año se acabó el 2 octubre gregoriano y al día siguiente fue el 1 de Tishrei que dio inicio del año 5778. Este día los judíos dan la bienvenida al año con el Rash Hashana, una cena de frutas que se disfruta luego del rezo de agradecimiento y de lavarse cada mano tres veces con agua, un acto simbólico que se hace antes de cada comida. “El 31 de diciembre es un día normal para nosotros, igual que el primero de enero, no esperamos la medianoche en nuestras festividades tampoco”, explica Jhon Edison Marin de la Sociedad Hebrea de Socorro en Cali. «Algunos de nosotros siguen las festividades de la cultura en la que estamos viviendo y comparten con sus vecinos y amigos, pero en realidad estas fechas son normales». Otro momento importante para la cultura judía es el Iomkipur que se reserva para el «día del perdón, en donde se debe dejar todo en paz, antes de que termine el diez de Tishrei».