Crisis en el Chocó por el asesinato de un jefe de la guardia indígena, presuntamente a manos del Ejército
Eleazar Tequia Vitucay, de 41 años, fue asesinado de un disparo en la noche de este viernes 26 de enero. Tequia era desde hace 10 años jefe de la guardia indígena de la comunidad embera katío del Dieciocho, en la carretera que Quibdó con Medellín, municipio Carmen de Atrato, y participaba en una Minga Educativa para reivindicar los derechos a la Educación.
La comunidad, y la Asociación de Cabildos Indígenas Wounaan, Emberá Dovida, Katio, Chamí y Tule del Chocó (Asorewa) señalan al Ejército nacional como responsable de este asesinato, que, según relatos de la comunidad, se produjo cuando la protesta, que empezó el 22 de enero, se había terminado y las gentes estaban regresando a sus comunidades. Los hechos sucedieron a las 10:56 p.m. y, tras el asesinato, la guardia indígena retuvo a dos soldados y les retiraron sus armas. Uno de ellos ha sido entregado este sábado a representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ya que estaba magullado porque recibió golpes al ser retenido; el otro soldado sigue en poder de la guardia indígena, pero sobre las 3 p.m. del sábado se llegó a un acuerdo para entregarlo.
Esta mañana se han desplazado a la zona diversas autoridades indígenas, religiosas y de organizaciones de derechos humanos y la comunidad hizo un llamado a la Defensoría del Pueblo para que interviniera ante esta situación crítica.
La comunidad, en reunión, ha hecho un llamado a todas las comunidades embera katio y ya se está produciendo la movilización. La comunidad, reunida hoy, ha exigido la desmilitarización inmediata, hoy mismo, de la zona. «Si no los sacaremos nosotros». También piden a la ONU a que convoque de urgencia a las autoridades y a representantes internacionales. «Ya estamos cansados… llevamos muchos años de abusos y todos los casos han quedado impune, si la ONU no se mete duro, tendremos que hacer todo por nuestra cuenta», nos explica un participante en la reunión que se ha celebrado esta mañana en la comunidad.
La Consejería de Derechos Humanos de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha emitido una acción urgente a las autoridades y a la comunidad internacional para que se tomen las acciones necesarias para proteger los derechos de estas comunidades.
La Minga por la Educación se producía en un contexto complejo en el Chocó, donde los maestros también han realizado movilizaciones. Los indígenas mantuvieron un corte de la carretera de unas 30 horas en el sector El 18, que fue levantado el miércoles 25 tras negociaciones de la comunidad con la secretaría departamental de Educación del Chocó y la Alcaldía de Quibdó. Después, se volvió a cortar la vía en dos puntos, hasta que se llegó a un acuerdo final este viernes.
Así se produjo el asesinato
Colombia Plural ha tenido acceso al acta de verificación levantada hoy tras una reunión con el alcalde de Carmen de Atrato, Jorge Iván Bedoya, miembros de la Defensoría del Pueblo, de la Diócesis de Quibdó, de la Mesa Indígena del Chocó y líderes de las comunidades. Uno de los dos indígenas heridos por esquirlas ha relatado así lo sucedido: «El día 26 de Enero en la noche un grupo de guardias (12) se dirigió hacia el punto de bloque contiguo a la comunidad el 90 en una camioneta, específicamente en el puente Río Playa este grupo de líderes fue sorprendidos por dos carros (camionetas) del ejército, quien cuestionó su rol de autoridades y los bajó para requisarlos abruptamente argumentando que: ‘la guardia no sirve para nada y el mando de esa cuadrilla accionó ráfagas contra el piso para asustar a los guardias. En reacción, el guardia indígena Eleazar Tequia se abalanzo contra un soldado y lo retuvo, luego un miembro del ejército disparó tres veces sobre el guardia en mención». «Los compañeros de la guardia que estaban allí sintieron que era parte de un plan, porque no dispararon a lo loco, sino que querían acabar con Eleazar», relata un líder indígena desde El 18 a Colombia Plural.
Tras el asesinato, un grupo de mujeres guardias indígenas han inmovilizado y quemado una camioneta del Ejército en el Puente de Río Playa; «una camioneta gris, a la altura de la entrada a la comunidad el 90, dado que los dos uniformados que la conducían dispararon indiscriminadamente contra miembros de la comunidad el 90», y en otro punto se requisaron varios fusiles, uno se tiró al río Atrato y otros fueron inutilizados.
El Ejército Nacional ha dado una versión propia preliminar en la que reduce el conflicto a un problema de orden público porque según ellos un hombre indígena armado estaba atracando un vehículo y reaccionaron. El saldo, según las autoridades, es de un muerto (Eleazar Tequia), dos soldados heridos y un vehículo del Ejército incendiado. «Todo es falso», insiste uno de los líderes, «y no tienen forma de sustentar esa mentira».
La protesta indígena, en lugar de ser seguida por la Policía –responsable constitucional de la seguridad pública- era controlada por la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, que mantiene la militarización del departamento del Chocó