Exigen a las jerarquías religiosas un pronunciamiento claro en contra de la violencia policial y de la militarización
Cerca de cuarenta organizaciones étnico territoriales, religiosas y de derechos humanos, así como una veintena de reconocidos activistas y sacerdotes han suscrito hoy una carta en la que piden a las jerarquías católica, presbiteriana, metodista, luterana, menonita y judía una pronunciamiento claro sobre la violencia estatal que están sufriendo los manifestantes en Colombia.
La carta, suscrita por quienes se identifican “con los principios de la ética y los valores del Evangelio de Jesús de Nazareth”, recuerda que los llamados al diálogo de algunas de estas jerarquías sólo cobrarán sentido cuando “se detenga el abuso de la Fuerza Pública y se exija con contundencia investigaciones y resultados. Estos hechos no pueden quedar en la impunidad, como lo han padecido poblaciones afrodescendientes, indígenas y campesinas”. En el texto se considera que en este Paro Nacional «ha trascendido las tradicionales formas de organización sindical y de otros sectores sociales, donde la juventud».
Por ello, las personas y organizaciones firmantes, sugieren a las autoridades religiosas que emitan mensajes claros y directos alrededor de cinco puntos:
- Condenar el abuso policial y exigir justicia
- Poner fin a la militarización
- Pedir la no judicialización de las personas que se mantienen en todos los puntos de encuentro de la protesta social y que claramente no están involucrados en saqueos o actos vandálicos.
- Exigir la inclusión de los jóvenes en los espacios de negociación en los territorios.
- Enviar mensajes a la feligresía en general sobre la necesidad de comprender las causas de la movilización y no estigmatizar a sus actores.
La misiva está dirigida a cuatro arzobispos y once obispos de la iglesia católica, a la representante para América Latina y el Caribe, Consejo Mundial de Iglesias (Gloria Ulloa), al presidente de la iglesia luterana de Colombia (Atahualpa Hernández), al presidente de la iglesia metodista (Luis Andrés Caicedo), a la presidenta de la iglesia menonita (Yaile Caballero), y al director de la Comunidad Judía en el país (Marcos Peckel).
A todas y todos ellos les advierten que “de no actuarse con prontitud puede propiciarse un eventual escalamiento de la violencia generando un derramamiento mayor de sangre, pues este paro ha recogido sectores y expresiones nuevas de movilización, algunas espontáneas y que no se sienten representadas en agendas gremiales”. “Por lo anterior, les invitamos a que alcen su voz en actitud profética y oportuna para que además de un diálogo nacional se den las condiciones mínimas para iniciar los diálogos regionales hacia una negociación que dé garantías y salidas a la actual crisis”, concluyen.
La petición es firmada por la Coordinación Regional del Pacífico, la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico y la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, en la que están incluidas casi 40 organizaciones muy diversas. Además, entre las firmas aparecen defensoras y defensores de derechos humanos, líderes de comunidades religiosas y activistas que firman a título individual.