La nueva misión de la ONU debe concentrarse en las garantías para el activismo y la política (de oposición)
En los pasillos de la sede de la ONU en Nueva York se habla de Colombia. En tiempos de convulsión diplomática mundial y de tensiones geopolíticas en los cuatro puntos cardinales, el proceso de paz en el país sigue siendo el remanso de los discursos. El secretario general, Antonio Guterres, afirmó el pasado martes que la “Misión de Verificación del Acuerdo de Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y Dejación de las Armas entre el Gobierno y las FARC-EP” ha sido de las más exitosas para la Organización de las Naciones Unidas. También se animó a calificar las noticias que llegan desde el país: «Las noticias de Colombia son las mejores que tenemos. Estamos entusiasmados con el cese al fuego con el ELN».
En la sesión 8049 del miércoles 14 de septiembre del Consejo de Seguridad de la ONU, países como Rusia, Japón, Reino Unido, Suiza, Estados Unidos, Bolivia y Senegal exaltaron en sus intervenciones el proceso de Paz y la implementación de los Acuerdos entre el gobierno colombiano y las FARC, adoptando en unanimidad la resolución 2377 que autoriza la Misión de Verificación de la ONU en Colombia que inicia este 26 de septiembre por un período de 12 meses.
Esta nueva Misión se encargará específicamente de verificar la implementación de los puntos 3.2 y 3.4 del Acuerdo Final que tratan textualmente sobre la “reincorporación de las FARC a la vida política, económica y social, la implementación de garantías de seguridad personal y colectiva y de programas integrales de seguridad y protección para las comunidades y organizaciones en los territorios, así como la verificación necesaria a nivel regional y local”.
A diferencia de la primera Misión la ONU en Colombia, el informe del Secretario General Guterres, publicado el pasado 30 de agosto, confirma que la Misión de Verificación será considerablemente reducida en personal. De un total de 450 personas, se incluirán solo 120 observadores internacionales sin armas ni uniformes y un número no determinado de civiles a la nueva Misión que continuarán labores en las mismas áreas geográficas en las que han actuado hasta ahora, tal y como lo describe el informe del Secretario. El informe también confirma la eliminación del acuerdo de participación en la financiación de los gastos a partes iguales entre el gobierno y la ONU que ahora estaría a cargo exclusivamente de la Misión de Verificación. Asimismo, establece la ubicación de las 9 suboficinas regionales permanentes de la ONU en el país, que suponen trasladar la oficina de Bucaramanga (Santander) a Cúcuta (Norte de Santander) y abrir una en Pasto (Nariño) para una mejor integración de la misión permanente a los 26 equipos locales encargados de verificar la reincorporación y garantías de seguridad del Acuerdo de Paz. Las otras suboficinas regionales estarán en Mocoa (Putumayo), Puerto Rico (Meta), Montería (Córdoba), Apartadó (Antioquia), Arauca (Arauca), Buenaventura (Valle del Cauca) y Barrancabermeja (Santander).
Con respecto al proceso con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Guterres manifestó: “Estamos preparados y muy interesados en acompañar ese proceso”; un espaldarazo al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien arribará este sábado en la noche a la ciudad de Nueva York para participar por séptima y última vez de la 72 Asamblea General de la ONU, que acogerá del 19 al 25 de septiembre a 154 delegados de los 193 países miembros de la organización.
La agenda presidencial en Nueva York
La primera reunión de alto nivel del Presidente Santos en Estados Unidos tendrá lugar este lunes 18 de septiembre. Santos se reunirá con delegados de diferentes países para hablar sobre los avances del país en la Agenda Sostenible 2030; un punto vital para las comunidades rurales y vulnerables del país, según afirma desde Nueva York la embajadora de Colombia para las Naciones Unidas, María Emma Mejía.
De igual manera, la diplomática destacó las reuniones que tendrá el presidente de Colombia durante los cinco días de su visita con el exalcalde de Nueva York, Michael Rubens Bloomberg, con quien hablarán sobre hábitat y cambio climático; con el príncipe Alberto de Mónaco, quien viajaría a Colombia en 2018, y con la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, quien ha jugado un papel importante en las negociaciones de paz con las FARC y, ahora, en el proceso con el ELN.
Al mediodía del martes 19, se prevé la intervención del Santos en la Asamblea General. Mejía considera que será uno de los discursos más significativos dentro de las primeras intervenciones del día, que comenzarán con la intervención de dos presidentes ‘conflictivos’: el de Brasil, Michel Temer, y Donald Trump, de los Estados Unidos.
De forma paralela a la Asamblea General se desarrollan otros encuentros geoestratégicos, bilaterales y multilaterales y Juan Manuel Santos participará en el V Foro de la Alianza del Pacífico –la nueva apuesta de Washington para la región- que tendrá lugar en día miércoles 20 de septiembre, en el hotel St Regis de Nueva York.
La embajadora también anunció que el presidente Santos tendrá su dosis de reconocimientos. Uno es el premio El Gran Negociador, que le entregará en la ciudad de Boston el Program On Negotiation de la facultad de derecho de la Universidad de Harvard; otro se lo entregará la National Geographic en la ciudad de Washington, el día jueves 21, por considerar que Colombia ha aumentado las áreas naturales protegidas en el país. En ninguno de ellos se hace balance sobre la implementación del acuerdo o sobre el balance de esas áreas protegidas.