Se frena la reducción de la pobreza y aumenta la brecha
Para el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) la línea de la pobreza en 2016 está en 241.673 pesos (8.000 pesos al día). Es decir, una familia de cuatro miembros que ingrese menos de 966.692 pesos al mes es pobre. Si no logra reunir esa familia 458.768 pesos, entonces está en la pobreza extrema. Los fríos datos no ponen calificativo a las familias de cuatro miembros que viven con un millón o con un millón y medio de pesos mensuales. Oficialmente, ya no son pobres.
Los datos revelados hoy por el presidente de la República, Juan Manuel Santos, -en una puesta en escena en la que él repartía la palabra y jugaba a destacar unos datos sobre otros- dicen que el 28% de los colombianos es económicamente pobre (13.268.000 personas), frente al 27,8% de 2015, y el 8,5% (4 millones de ciudadanos) vive en extrema pobreza, frente al 7,9%.
Santos estaba realmente contento y destacaba que, en plena recesión económica regional, Colombia ha mejorado sus cifras y se aferró al Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que sí se redujo en 2,4 puntos entre 2016 y 2015 pero, ante todo, bajó del 30,4% al 17,8% entre 2010 y 2016. Presidencia muestra la salida de la pobreza dimensional de 5.133.000 personas en estos seis años. “Con este resultado, hemos cumplido la meta que teníamos prevista para 2018”, explicaba Santos. El presidente se mostró preocupado porque “la gente no conoce estos resultados, que son muy buenos” y pidió a sus ministros que trabajen “para que se conozca mejor” el éxito de la política social del Ejecutivo
Los funcionarios del estado, en esta presentación-conversatorio televisivado, alagaron las políticas del Gobierno y ven un futuro prometedor. Los funcionarios internacionales hicieron equilibrios para decir que el hecho de que la pobreza no haya aumentado mucho es bueno, pero que hay matices. Sergio Oliveri, experto del Banco Mundial, alabó la lucha contra la pobreza pero dijo que las políticas para reducir la desigualdad “han sido tibios”. Ángela Penagos, del Centro Latinoamericano de Desarrollo Local, recordó que sigue existiendo una brecha que hace tres veces más pobres a los habitantes del mundo rural que a los de las ciudades. Juan Carlos Ramírez, de la CEPAL, mostró su preocupación por el hecho de que “el deterioro de la pobreza se produjo en las ciudades intermedias y pequeñas”. Varios de los intervinientes quisieron mostrar las dos caras de la moneda del empleo porque mientras se han mantenido los niveles de ocupación, ha bajado el ingreso medio familiar.
De lo que no habló Santos es de dos indicadores que no dejan tan bien al país. Uno es el de la brecha o intensidad de la pobreza, que es, según el Dane, “la cantidad de dinero que le falta a una persona pobre para dejar de estar en esa situación, es decir, para que alcance la línea de pobreza”. Esa brecha aumentó dos puntos entre 2015 (10,3) y 2016 (12,4). La otra es la de la severidad de esa pobreza, que ha aumentado del 5,4% de 2015 a 7,2% de 2016. Es decir: puede haberse ‘congelado’ el número de pobres, pero cada vez es más difícil para estos salir de la precariedad en la que viven.
Tampoco se refirió a muchos lugares concretos, al menos no a ciudades como Cartagena, Montería, Riohacha, Valledupar Villavicencio, donde la pobreza a aumentado significativamente en el año medido. En la costa Caribe, Cartagena es 3 puntos más pobre (29,1%), Santa Marta, algo más de cuatro puntos (35,1%), Montería está 6 puntos peor (31%), Valledupar 5,5 puntos (35,5%) y Riohacha cae otros 4,5 puntos (45,5%). En 2016 otras ciudades retomaron el camino del aumento de la pobreza, como Bogotá (pasando de 10,4 al 11,6%), Cúcuta, Manizales, Bucaramanga o Villavicencio (que aumentó en 3 puntos el número de personas en pobreza económica).
Como ciudad más pobre del país sigue figurando Quibdó, con un 49,2%, cuando en 2015 tenía un índice de pobreza del 50%. También es la que acoge a más personas en pobreza extrema (19,5%). Las ciudades que le siguen en este dudoso rancking son Riohacha (15,3%), Valledupar (8,7%), Popayán (8,5%) y Florencia (7,5%).