Las FARC informan callando
La primera conferencia de prensa para informar sobre el avance de la X Conferencia de las FARC-EP se ha parecido mucho a una comparecencia del Gobierno: límite de preguntas, prohibición de repreguntas y un portavoz enrocado.
Lidiar con cientos de medios ha sido tarea del comandante Mauricio Jaramillo, miembro del Secretariado Nacional de la guerrilla y uno de los negociadores en La Habana. La conclusión, tras una breve rueda de prensa con sólo nueve preguntas, es que todo va bien y que todo se sabrá.
A un lado de la línea amarilla medios de comunicación interesados en buscar el punto crítico: “¿Qué ocurre si hay un número significativo de delegados que no ratifica los Acuerdos de La Habana?”. Al otro, Jaramillo explicando de forma vaga que ellos “no manejan presupuestos”, excepto uno, claro está: el de la ratificación prácticamente por consenso. “No creemos que vayan a darse diferencias significativas». Hay una razón: Mauricio Jaramillo ha explicado que de forma paralela a las conversaciones de La Habana, en las selvas y páramos de Colombia, la guerrilla estaba plenamente informada y aportaba sus puntos de vista a distancia.
Básicamente, Jaramillo no ha dicho nada y los responsables de prensa de la X Conferencia le han ayudado. Tres preguntas para la prensa nacional, tres para la prensa internacional y tres para los medios alternativos. Y cuando una comunicadora alternativa ha tratado de volver a preguntar ante las vaguedades de Jaramillo, la conductora de la rueda de prensa ha sido contundente: “No se permiten contrapreguntas”.
El portavoz designado sólo ha dicho que las discusiones van bien y que piden a los colombianos y colombianas que lean bien los acuerdos porque el trabajo duro empieza después de la firma del acuerdo, el próximo 26 de septiembre.