Los escuderos del No: Ordóñez, Castellanos, Ramírez, Santos…
Álvaro Uribe es un líder que proyecta mucha sombra a su alrededor. Su imagen es muy poderosa y, quizá por eso, La Silla Vacía se atrevió a titular tras el plebiscito “Uribe sigue siendo el rey”. Pero todo reino tiene su corte y todo rey sus escuderos. Cuando el presidente de la República, Juan Manuel Santos, cedió a las pretensiones de Uribe y le concedió al Centro Democrático un estatus especial, diferenciado de todos los partidos a los que convocó el mismo lunes 3 de octubre, también se dejó imponer los invitados a la Casa de Nariño este miércoles 5. Estos son algunos de los personajes clave que acompañan al ex presidente que sigue persiguiendo, más allá del poder, la gloria. No incluimos en este repaso sucinto al propio Uribe (cuya historia ocupa libros y periódicos) ni a los miembros orgánicos del Centro Democrático (Paloma Valencia, Iván Duque, Carlos Holmes Trujillo o Óscar Iván Zuluaga).
El pastor: César Castellanos
Nos topamos con el ‘líder espiritual’, uno de los pastores a los que se refería Álvaro Uribe cuando realizó su breve discurso victorioso el domingo 2 de octubre en la noche. No es Uribe el único político que ha echado mano de la potente Misión Carismática Internacional (MCI) del pastor y excongresista César Castellanos y de su esposa, la exsenadora Claudia Castellanos. Enrique Peñalosa, Horacio Serpa o el actual presidente, Juan Manuel Santos, también han acudido a su sede en la calle 22. Sólo en Bogotá tiene unos 200 mil seguidores y MCI es una poderosa multinacional con sedes en 16 ciudades de Colombia y en otro nueve países. El pastor evangélico ha creado una tupida red que incluye la empresa G12 Congresos y Convenciones Ltda, un canal de televisión y uno de radio, y un mensaje ultraconservador que, entre otras cosas, el transmite por instrucciones directas de “Jesús”. En sus reuniones semanales, en medio de los mensajes cristianos y de la ración de autoayuda, los “asesores” de MCI recogen el diezmo en efectivo e, incluso, con datáfono. Jesús y el conglomerado empresarial de Castellanos así lo requiere.
Fue en la sede de MCI en Bogotá donde Álvaro Uribe lanzó la campaña del No y allí ha realizado convenciones políticas. Castellanos no sólo le da a Uribe espacio y cobijo, sino que refuerza el discurso moralista del No (especialmente centrado en la familia heteropatriarcal y el rechazo a la diversidad sexual) y le proporciona, ante todo, votos.
El legionario: Alejandro Ordóñez
Hay personajes que no encajan con su tiempo. Alejandro Ordóñez es uno de ellos. Teniendo 23 años, lideró una quema de libros que no coincidían con el canon más ortodoxo de la Iglesia católica. Y en esa lista entraba casi todo. No se trata de un acto celebrado en los tiempos de la Santa Inquisición sino que corría el año 1978 y, según cuenta Marco Antonio Bonilla, la ira divina hecha fuego y organizada por un grupo denominado San Pío X, al que pertenecía Ordóñez en su Bucaramanga natal, hizo convivir entre las llamas una biblia protestante, textos hinduistas, Marx o Rousseau. Toda una declaración de principios. La carrera política de Ordóñez fue rápida y comenzó pronto, como concejal conservador en su ciudad con 28 años.
Sus años al frente de la Procuraduría no han sido discretos. Sus posiciones ultraconservadoras, su alto perfil político en un puesto que no lo ameritaba y sus aspiraciones le han generado tantos enemigos como ‘legionarios’ de su causa. De hecho, entre las militancias conocidas de Ordóñez está la de los Legionarios de Cristo, la polémica congregación católica que fundó el aún más polémico Marcial Marcel. En uno de los principales eventos de los Legionarios, el encuentro académico y muy religioso denominado PIBA, y que en 2015 se celebró en Guadalajara (México), coincidieron en 2015 tres colombianos de renombre: el propio Ordóñez, el ex presidente Álvaro Uribe y Sebastián Marroquí, el hijo de Pablo Escobar.
Ordóñez ha asistido a los encuentros de alto nivel de hoy aunque no ostenta ya ningún cargo público ni ha sido elegido democráticamente como representante popular en ningún sector.
El establecimiento: Francisco ‘Pacho’ Santos
Digamos que ‘Pachito’ Santos es quien es a pesar de él. Su primera y última aventura electoral en solitario, como candidato del Centro Democrático a la alcaldía de Bogotá, fue un desastre, con apenas un 12% de los votos y un cuarto lugar a 21 puntos del ganador. Francisco Santos, primo del presidente de la república, miembro de una estirpe poderosa de políticos, de periodistas y de políticos-periodistas, se hizo famoso en el país al ser secuestrado por Pablo Escobar en 1990. Después, con su fundación País Libre tuvo una fuerte presencia en la opinión pública como uno de los abanderados de la negociación política con las guerrillas. En el año 2000 volvió a salir de Colombia ante las amenazas y el todo poderoso grupo PRISA lo acogió en España hasta que Álvaro Uribe le ofreció la vicepresidencia de la república, en la que estuvo los ocho años que duró el presidente antioqueño. Si Uribe era la mano dura, Pacho Santos era algo así como el corazón grande, o esa era la imagen que debía proyectar. Si Uribe representaba a los poderes locales enfrentados de forma casi constante con Bogotá, Pacho Santos era, y sigue siendo, la imagen del rolo de estrato 12 que le faltaba al ‘sacrificado’ presidente.
Cuando Uribe no pudo triplitir en la Presidencia, un medio muy cercano al ex mandatario, RCN televisión, fichó a Santos de director del Noticiero de la Mañana. Nadie sabe por qué la empresa sólo lo aguantó dos años en el puesto. Esta semana, en la Universidad de los Andes, reconocía que los partidarios del No adolecen de una agenda o de una propuesta clara una vez ganado el plebiscito. Sin embargo hizo de férreo defensor del legado de Uribe y demostró en varios momentos su total lealtad a quien él todavía llama “presidente”. La distancia con su primo Juan Manuel es, en estos momentos, estratosférica. Aunque se acercará la semana que viene porque a la reunión de hoy entre Juan Manuel Santos y el equipo de Uribe no ha asistido Pacho. La cita será en unos días.
La comunicadora: Diana Sofía Giraldo
No es causal que Diana Sofía Giraldo esté en la estrecha mesa de negociaciones entre Uribe y el Gobierno de Santos. Presidenta de la Fundación Víctimas Invisibles y decana de Comunicación Social de la Universidad Sergio Arboleda, Giraldo ha utilizado sus capacidades periodísticas para difundir las tesis uribistas y para defender al expresidente y a su entorno. Cuando fue detenido Santiago, el hermano de Álvaro Uribe, Giraldo publicaba en El Nuevo Siglo: “Debo reconocer que cuando escuché decir por primera vez que la Izquierda Internacional no descansaría en su obsesión de extraditar al presidente Uribe, me parecía descabellado y desfasado. Lo mismo me sucedía al oír ‘voces alarmistas’ que anunciaban los riesgos de contagio del socialismo del siglo XXI. Las prevenciones sonaban exageradas y algunas caricaturescas. Decían, entonces, que eran fabricaciones de “la derecha” para asustar a la ciudadanía, y de puros ingenuos se creyó esa explicación. Ahora es claro que la captura de Santiago Uribe es parte de “un plan sistemático”.
La Fundación que dirige Giraldo es de una clara filiación ideológica. Ha participado junto a organizaciones víctimas del terrorismo también de la derecha en España en la organización de varios Congresos Internacionales y ahora está fuertemente implicada en la organización de la visita de la “reliquia” de Juan Pablo II a Colombia el próximo mes de junio: “Queremos compartir con usted la buena noticia espiritual de la llegada al país, el próximo 2 de junio, de la Reliquia de San Juan Pablo II (su sangre). El objetivo de la peregrinación será: unir nuestro dolor a la cruz de Cristo a ejemplo de San Juan Pablo II, como ofrenda por la reconciliación entre los colombianos”.
La dama de ida y vuelta: Martha Lucía Ramírez
Martha Lucía Ramírez es otra de las piezas del ajedrez uribista. Puede presumir de haber sido alto cargo con los dos ex presidentes que hoy han pasado por la Casa de Nariño. Fue ministra de Comercio Exterior con Andrés Pastrana y luego fue la primera y única mujer en ser Ministra de Defensa con… Álvaro Uribe hasta 2003 y en 2006 fue elegida como senadora en las listas del Partido de La U. Abandonó el partido de La U ante la imposibilidad de competir con Juan Manuel Santos como candidato presidencial de la formación y regresó al conservadurismo. Su camino de ida y vuelta la hizo ser (fracasada) candidata presidencial del Partido Conservador en 2014. Ahora, ante la decisión de su partido de apoyar el Sí en el plebiscito, Ramírez abandonó la dirección del mismo y está cerca de Uribe. Otra vez.