El ELN retoma la iniciativa para reactivar las negociaciones

Después de un mes y medio de tensiones y con la Mesa de Quito en suspenso, el ELN ha decidido dar un paso definitivo para desbloquear la situación al anunciar un cese al fuego unilateral para facilitar las elecciones de marzo.

“Ante las próximas elecciones del 11 de marzo -así no compartamos estos procesos viciados-, como una muestra de respeto a las colombianas y colombianos que van a depositar su voto, el Ejército de Liberación Nacional realizará un cese de operaciones militares ofensivas, entre el 9 y el 13 de marzo próximo”. El comunicado del Comando Central (COCE) del Ejército de Liberación Nacional (ELN) fechado este domingo 25 de febrero es un claro mensaje al Gobierno que pone la responsabilidad del bloqueo de las negociaciones de Quito en el terreno del Estado. Aunque el ELN aclara que no cree en el proceso electoral, el cese al fuego de cuatro días ha obligado al presidente, Juan Manuel Santos, a reconocer que va a estudiar el comunicado y la posible reanudación de la suspendida quinta ronda de las negociaciones: “Ese era el tipo de gestos que estábamos nosotros pidiendo. Lo dije desde que se rompió el cese al fuego el 9 de enero de este año, que el ELN debía ser coherente; ellos vienen insistiendo que quieren la paz, pero sus acciones iban en Contravía, si no veíamos un mínimo de coherencia reestablecer el diálogo iba a ser difícil”.

EL COCE pide el inicio inmediato del quinto ciclo de conversaciones con dos objetivos: “Proyectar el Gran Diálogo Nacional, cuyas bases quedaron establecidas, desde finales de 2017, en las Audiencias de Tocancipá, donde participaron centenares de líderes de todos los sectores y regiones de Colombia”, y “evaluar el pasado cese, para pactar uno nuevo, donde se respete la bilateralidad en los mecanismos de verificación y control del cese; acuerdo que interprete a cabalidad a las dos partes”.

Las negociaciones quedaron suspendidas en la práctica cuando, tras el final del cese al fuego bilateral, nacional y temporal, el 10 de enero, el ELN realizó varias acciones bélicas y el Gobierno decidió retirar a su equipo negociador. La situación se complicó cuando los comandos urbanos se atribuyeron varios atentados en los que murieron agentes de la Policía y con un paro armado realizado en los primeros días de febrero.

Ahora, el ELN abre una ventana a la negociación después de una fuerte presión de organizaciones sociales que desde el pasado 9 de enero han redoblado los esfuerzos por recuperar cierto grado de confianza entre las partes. De hecho, en el comunicado de la guerrilla el COCE “agradece los esfuerzos de facilitación en pos de la continuidad del proceso de paz que realizan múltiples sectores en Colombia, en especial Monseñor Urbina Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, el Senador Iván Cepeda y Álvaro Leyva, los Grupos sociales y Plataformas de paz, los Grupos de la comunidad internacional Garantes y Acompañantes de esta Mesa, y Jean Arnault el Jefe de la Misión de verificación de la ONU”.

La delegación negociadora del ELN ha mantenido diversas reuniones en los últimos días con actores de la sociedad civil -el último con estudiantes de la FLACSO- y ha mandado repetidos mensajes al Gobierno de que se debe reanudar la negociación «sin condiciones previas». De hecho, Pablo Beltrán, jefe de la delegación señalaba como principal lastre para el avance de la negociación el clima pre electoral y la presión de la derecha más guerrerista al Gobierno. «Esta delegación está en una encrucijada… hay unos signos de que no hay voluntad política [de paz]. Se ve en el acuerdo con las FARC…».