Grito de auxilio de Buenaventura ante la represión del ESMAD

Los ciudadanos hablan de gases lacrimógenos y balas y piden mediación internacional para frenar la situación y mediar con el Gobierno para que cese la fuerza

Noticia en desarrollo. Con información en el terreno de Rossih Amira M.

La situación en Buenaventura se volvió muy tensa este viernes. Tras cuatro días de paro cívico el ESMAD -fuerzas especiales de la policía- comenzaron a actuar en la mañana. Primero para abrir el paso de La Delfina, donde estaba el primer puesto de encuentro del paro cívico, después en otros puntos y en la ciudad. Diversos testimonios de ciudadanos y alertas en las redes sociales hablan del lanzamiento de gases lacrimógenos e incluso de balas, y de algunas personas heridas por los gases, entre los que se encuentran menores que estaban dentro de sus casas y que han sido atendidos en el Hospital de Buenaventura. Las mismas fuentes apuntan a que la población también está reaccionando y respondiendo ante estas agresiones o resguardada para protegerse de los enfrentamientos. En las calles se ve gente con palos y conductores de mototaxi encapuchados diciendo que van a defender su pueblo «a capa y espada». En las calles también se han quemado llantas para frenar a la policía y se han visto casos de vandalismo y saqueo en algunos comercios.

En un comunicado hecho público en la tarde, el Consejo Nacional Afrocolombiano de Paz (Conpaz) pide “una acción urgente” para que está situación pueda ser resuelta políticamente y advierte de que “la situación se desbordó y es necesario un puente internacional que sirva como intermediarios entre fuerza pública y comunidad pues la ONU y ministerio público ya desbordó su capacidad en lo local”.

En la noche fue decretado el toque de queda.

El País de Cali informa de que hay al menos tres menores de edad lesionados y que cientos de personas se encuentran protestando durante el cuarto día del paro cívico, un paro que ha mantenido a la ciudad paralizada y casi incomunicada al haberse suspendido todos los transportes públicos con la localidad y cortado varias de las vías de acceso, lo que ha impedido también el paso de los camiones de mercancías hacia y desde el puerto.

Hasta hoy las marchas y los actos de protesta habían transcurrido sin incidentes.

La Delfina, el primer punto en el que intervino el ESMAD, es una zona de consejos comunitarios y resguardos indígenas. Ante la intervención del ESMAD, la reacción fue una barricada mayor en los puntos siguientes antes de llegar a la zona que comunica con el puente de El Piñal. El ESMAD atacó este puente, la zona más importante que une el área continental con la isla. Tiró gases, y hablan de armas de fuego, y dispersó el punto de concentración aunque solo de manera  temporal. A lo largo de todo el día el ESMAD ha ido eliminando barricadas por la fuerza.

Tras la primera intervención del ESMAD se hizo un llamado a que toda la ciudadanía saliera a la calle y a las tres de la tarde la avenida principal estaba totalmente abarrotada de personas, con «ríos de personas en la avenida». Mañana sábado está convocada una nueva marcha. El alcalde de Buenaventura, Eliécer Arboleda, ha pedido al Gobierno que vuelva a mandar a su delegación para que vuelva a sentarse a la mesa con los convocantes del paro, pero el Gobierno pone como condición que se levanten los puntos de bloqueo, aunque siga el paro. Por eso el alcalde ha llamado a desbloquear esas zonas y que pueda reiniciarse la negociación.

Monseñor Héctor Epalza, obispo de Buenaventura, ha llamado a la calma a los manifestantes, concentrados en cerca de 50 puntos de los que solo once autorizados por los promotores del paro cívico. «No dejarse provocar por las fuerzas policiales aunque estén echando gases -ha dicho en un mensaje público- no bombas, no cócteles molotov, nada de ofensas a la Fuerza Pública, mantengamos la calma para mostrar la altura que tiene el pueblo de Buenaventura. Comparto con ustedes esta pena y este momento de dolor y de angustia, pero nada de violencia. La violencia trae más violencia. Solo la serenidad y el diálogo nos traerá la paz y la solución de los problemas».

El obispo también se ha dirigido al Gobierno para que trate mejor a Buenaventura y para que medie con el ESMAD para que cese la represión: «Lanzo un SOS al Gobierno nacional, merecemos un trato mejor para que la situación social de Buenaventura no se vuelva peor de lo que está. Que ordene a las fuerzas del ESMAD que paren esta ofensiva a un pueblo que ha sufrido mucho. Por favor, Gobierno nacional, queremos el respeto a la vida y al pueblo de Buenaventura. SOS»

Algunas fuentes hablan de que en el barrio de La Inmaculada está «encerrado» un grupo de agentes del ESMAD y que no los soltarán hasta que se retome la negociación.

 

El paro continuará y los promotores seguirán pidiendo una mesa con el Gobierno para reclamar que se declare el municioio en  emergencia social, económica y ecológica junto a sus reivindicaciones sobre el acceso al agua, salud y seguridad

“Rechazamos estas acciones que en primer lugar vulneran el derecho a la movilización, así como el tratamiento de guerra que le han dado a la misma al militarizar la zona. Hacemos un llamado al Gobierno Nacional a detener este ataque contra la población civil que en su legítimo derecho se moviliza. Por último, pedimos una intervención urgente a los organismos internacionales para que se garantice el derecho a la protesta social, a la vida y la integridad de estas comunidades”, señala el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos.