Los obispos del Pacífico y del Suroccidente dicen no a las fumigaciones, sí a la vida

Los jerarcas de la iglesia católica en algunas de las zonas más golpeadas por el conflicto reconfigurado han decidido dejar clara su posición a favor de la paz y en contra de los retrocesos anunciados por este Gobierno. Conoce su posición.

Hay cuatro mensajes claros que han salido hoy del encuentro en Popayán de obispos católicos del Pacífico y del Suroccidente del país: un no rotundo al regreso a las fumigaciones con glifosato, un llamado al Gobierno para que cese el asesinato de líderes sociales y de exguerrilleros de las FARC, una apuesta por la reapertura inmediata de las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un llamado a la participación de la sociedad civil como garante de la paz y de la democracia.

Son siete los obispos que han firmado un comunicado público claro y contundente: Darío de Jesús Monsalve Mejía (Cali), Luis José Rueda Aparicio (Popayán), Edgar de Jesús García Gil (Palmira), Orlando Olaya Villanoba (Tumaco), Mario de Jesús Álvarez Gómez (Istmina-Tadó) y José Saúl Grisales Grisales (Ipiales). Las autoridades eclesiales apoyan con rotundidad en este comunicado el posicionamiento el pasado 19 de junio de los obispos de frontera de Colombia y Ecuador (Ipiales, Pasto, Tumaco, Mocoa-Sibundoy, Ibarra, esmeraldas y Sucumbíos) en el que rechazaban el anuncio del Gobierno de Iván Duque de volver a fumigar con glifosato.

Consideran los firmantes que el Gobierno debe priorizar la vida, el medio ambiente y la sustitución voluntaria de cultivos para uso ilícito y que debe entender que muchos de estos cultivos se producen como consecuencia, precisamente, del abandono estatal que sufren los habitantes.

Para la iglesia católica en dos de las zonas más golpeadas por este conflicto reconfigurado que oficialmente se denomina como postconflicto, el asesinato selectivo de líderes sociales y de exguerrilleros es muy preocupante y piden a todas las instancias del Estado colombiano que activen todos aquellos recursos y acciones necesarias para atajar este desangre que entre 2016 y el 20 de mayo de 2019 ya se ha cobrado la vida de 702 líderes y lideresas y de unos 135 excombatientes, según Indepaz.

Los obispos defienden que en este camino para defender y profundizar los Acuerdos de Paz el Gobierno debe reabrir las negociaciones con el ELN que metió al congelador hace ya casi 11 meses y que deberá buscar otras negociaciones con grupos armados en activo en el país. También muestran su apoyo a una iniciativa planteada por el arzobispo de Cali en el marco de la agenda regional eclesial de paz que denomina “Servidores de Paz” y que, de materializarse, generaría una red de personas que desde la iglesia católica y desde los movimientos de paz promuevan la implementación de los Acuerdos de Paz. Una idea muy en sintonía con lo planteado por Darío Monsalve en diversos foros en los que ha planteado una “paz autogestionada” por la población.

Por último, el comunicado destaca que las próximas elecciones locales y departamentales son una oportunidad para profundizar en la democracia, en la lucha contra la corrupción y en el avance en la ruta de la paz. La participación, una vez más, será la clave.