Una vez liberado, Odín Sánchez sigue debiendo 5.885 millones a las víctimas
No hay un político con los apellidos Sánchez Monte de Oca que no haya sido investigado por la Justicia. El clan chocoano celebra hoy la liberación de Odín, el excongresista condenado por sus vínculos directos con el Bloque Élmer Cárdenas de los paramilitares y con su máximo comandante Fredy Rendón. Con ellos llegó a acuerdos políticos y a ellos financió en los primeros años de este siglo XXI. Los 10 meses que ha pasado Odín Sánchez en manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN) no son los primeros que ha pasado privado de libertad. Antes, pagó sólo unos meses de los 9 años a los que fue condenado el 27 de julio de 2011 por la Corte en un caso de parapolítica que no dejaba dudas. La condena, además, lo obligaba a pagar 11.000 salarios mínimos, unos 5.885 millones de pesos que aún no ha pagado al Estado y que debe recaudar la Unidad de Víctimas para utilizarlos en el proceso de reparación. Es decir, el ex congresista y pionero en la política del clan le debe esa plata directamente a las víctimas del conflicto armado.
En la mañana de este jueves 2 de febrero se activó el operativo humanitario para la liberación de Odín Sánchez Montes de Oca tras 10 meses de cautiverio en un complejo proceso que involucró primero a su hermano Patrocinio, que estuvo cerca de 3 años en poder del ELN, y que ha estado a punto de echar por tierra las negociaciones públicas del Gobierno con esta guerrilla. esta misma mañana la familia Sánchez Montes de Oca agradecía al presidente Juan Manuel Santos que haya condicionado las negociaciones con el ELN a la liberación de Odín, han pedido el fin del resto de secuestros y han hecho votos por la paz: “Gracias Colombia y comunidad internacional por estar con nosotros. A la Policía por su apoyo y acompañamiento social. Desde esta linda tierra chocoana nos comprometemos a seguir trabajando por la paz de Colombia”.
Viejos y actuales conocidos en Quibdó
“Es la familia que más le ha robado al Chocó, es un descaro cómo ha aprovechado el secuestro de Patrocinio, primero, y de Odín, después, para mostrarse como víctimas”. En Quibdó todo el mundo sabe quiénes son los Sánchez Montes de Oca. “Manejan todos los hilos del poder, siguen colocando a su gente en puestos estratégicos”. Nadie da su nombre cuando analiza la historia de la familia porque en la capital del Chocó “todo se mueve con palanca y la palanca de los Sánchez es demasiado poderosa”.
Patrocinio, ex alcalde y ex gobernador del Chocó, fue destituido como máximo mandatario del departamento en 2010, cuando la Corte Suprema de Justicia lo condenó por peculado culposo por la firma de un contrato irregular de 481 millones en 2001, cuando era alcalde de Quibdó. Y cuando un año después fue condenado Odín, la familia, heredera política de Jorge Tadeo Lozano, el fundador del Movimiento Popular Liberal en los años 80 del siglo pasado, decidió jugarse todas las cartas por Astrid Sánchez Montes de Oca como candidata al senado por el Partido de la U, el mismo que respaldó a sus hermanos, el mismo que puso a Juan Manuel Santos en la presidencia de la República.
Astrid tampoco puede presumir de una hoja de vida limpia. Según señala la Fundación Paz y Reconciliación, “fue señalada en el documento de Riesgos Electorales por Parapolítica, elaborado por la Corporación Nuevo Arco Iris para la Misión de Observación Electoral, de ser la heredera política de uno de los clanes familiares que se aliaron con los paramilitares de la zona, sino también por un fraude electoral, que le significó perder 4 mil votos que la sacaron de la lista de elegibles, quedando en el puesto 29 entre cien candidatos de su partido, quedando a 171 sufragios de Eduardo Carlos Merlano, quien fuera destituido tras un escándalo por conducir estado de embriaguez que terminaría por sacarlo del legislativo”.
Lo que se dice a gritos sin nombre en el Chocó lo escribió Semana en 2010, cuando Astrid era candidata. “Los Sánchez dominan todo en Chocó: definen quién irá a cargos de elección popular, determinan la agenda política de la región y son acusados de incidir en los procesos de contratación pública”.
El secuestro
En 2013, el ELN secuestró a Patrocinio, aunque en Quibdó se asegura que en realidad fue secuestrado por el crimen organizado y luego “fue vendido” a la guerrilla que habría utilizado el primer pago de la familia Sánchez (unos 3.000 millones de pesos) para saldar deudas de la compra. La familia Sánchez Montes de Oca aseguró en 2016 que ante la precaria salud del ex gobernador del Chocó, su hermano Odín se intercambió por él. “Es más complicado, Patrocinio salió a convencer a sus testaferros de que le dieran la plata para pagar el rescate, pero una vez fuera vio que el ambiente político le era favorable y se la jugó a la carta mediática… eso enfadó mucho a los elenos porque no honró su compromiso de pago”, explica otra fuente conocedora de las bambalinas chocoanas. En un texto del 2 de enero de este mismo año, el ELN trataba de justificar el secuestro de los Sánchez, violatorio del Derecho Internacional Humanitario, con este argumento: “Las retenciones [los secuestros] son acciones políticas y económicas ejecutadas por el Ejército de Liberación Nacional a personas, que aunque civiles, forman parte del conflicto, pues no sólo financian o apoyan la guerra en algunas zonas del país, sino que, en muchos casos, su patrimonio se ha consolidado mediante la explotación del personal a cargo, la extracción indebida de recursos naturales o el aprovechamiento del manejo corrupto de los bienes del Estado”.
Aunque en 2010 Semana planteaba que el ‘Imperio chocoano’ de los Sánchez se estaba desmoronando, todas las fuentes consultadas por Colombia Plural apuntan a que siguen siendo clave en la política departamental.
En el video difundido hoy en el que Análisis Urbano hace una entrevista breve a Odín Sánchez en cautiverio, el condenado por parapolítica asegura: “Ni yo ni mi familia tenemos rencor… tenemos unos principios y unos valores”.
En Quibdó hay la sensación de que el ELN “ha dado papaya” y ha colaborado a la estrategia de los Sánchez. “Deberían haberlo entregado… por ejemplo, a los indígenas y que estos le hubieran hecho un juicio popular… Odín tiene demasiadas deudas con esta tierra”, argumenta un defensor de derechos humanos. El resultado es que la liberación de Odín se ha convertido en la piedra angular que ha tenido bloqueada la negociación entre el Gobierno y esta guerrilla desde hace meses.
Santos a pesar de que no era lo recogido en los preacuerdos firmados con el ELN, fue enfático en que sin la liberación del ex congresista de su partido no habría conversaciones públicas. Ahora, con un alto grado de escepticismo, el comandante Yerson del Bloque Occidental de guerra del ELN, entrega al secuestrado cumpliendo el último acuerdo con el Gobierno del 18 de enero para permitir que el próximo 7 de febrero se instale la mesa pública de negociación. “No sé qué pasará con la negociación, lo que sí es seguro es que Odín saldrá y el bandido y su familia seguirán en lo mismo”, concluye una lideresa de la región.