“Santos le tiene que meter pueblo a esto e implementar los acuerdos”

Leyner Palacios, líder de Bojayá nominado al Nobel en representación de las víctimas, pide al presidente que se apoye en el pueblo y en el Congreso y ponga en marcha lo firmado en Cartagena.
PGN

“Llamar al Congreso y apoyarse en la sociedad”, esa es la fórmula que Leyner Palacios, uno de los miembros el Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá y parte de la postulación conjunta al premio Nobel de la Paz, le hace al presidente Juan Manuel Santos para desbloquear la situación política en la que se encuentra el país.

Palacios, rostro y voz visible de muchas de las víctimas del Atrato y del Chocó, cree que “las mismas regiones afectadas por el conflicto han manifestado su respaldo con lo acordado [en La Habana]” y que con ese respaldo y el premio Nobel de Paz concedido hoy en Noruega, “el presidente tiene toda la legitimidad no devolverse”.

Las víctimas de Bojayá han sido muy claras tras el plebiscito del domingo 2 de octubre. En un duro comunicado hecho público el miércoles, esta comunidad le advertía a Colombia “que a nuestra población no la someteremos a que se reinicie la confrontación armada, y que es obligación del Estado protegernos”.

Desde Bogotá, donde Leyner Palacios (en la foto, frente a la iglesia donde se produjo la masacre) sigue las gestiones para lograr la reparación de las víctimas del crimen de guerra que asoló el Atrato medio el 2 de mayo de 2002, este líder se dirige con claridad y contundencia a la Colombia del ‘No’ y al presidente Santos.

– Usted formaba parte del grupo de cinco víctimas que estaban en la postulación colectiva al Nobel de Paz ¿Cómo interpreta la concesión del galardón a Juan Manuel Santos?

– Lo interpreto como un respaldo a la iniciativa de paz de Colombia. El presidente Santos también se la ha jugado con este proceso y ha logrado involucrar a muchas víctimas, a muchas regiones, ha puesto mucha esperanza en las regiones. El Nobel nos anima a todos.

– ¿Y este premio conlleva algún mensaje para Santos?

– Ese es el mensaje de fondo. Que el presidente impulse los acuerdos… Ya hizo un acuerdo para la terminación del conflicto y la comunidad internacional lo que le dice es va por la dirección correcta. Mire, las mismas regiones afectadas por el conflicto han sido claras y han manifestado su respaldo con lo acordado. El presidente tiene toda la legitimidad para no devolverse.

– Y usted, como representante de las víctimas ¿Por qué cree que sólo se lo han concedido a Santos y no a la candidatura conjunta, que incluía a las víctimas y a las FARC?

– No sé, pero creo que Noruega en el fondo reconoce al país que ha sufrido y que le ha apostado a la paz. No lo ganamos directamente las víctimas, pero el premio de cierta manera si es un respaldo a todo el trabajo y a la generosidad de las víctimas.

Ahora, es el presidente el que debe cumplir la solicitud de las regiones afectadas por el conflicto y las regiones le están pidiendo que los acuerdos se implementen ya. Santos debe hacer caso a lo que le piden las víctimas, llamar al Congreso y apoyarse en la sociedad para sacar los acuerdos adelante.

– Pero ante la presión política de los sectores del ‘No’… ¿cuál es el siguiente paso que debe dar Santos?

– Meterle pueblo a esto y empezar a implementarlo de una. Las comunidades afectadas están en total sintonía con los acuerdos. La Colombia urbana, que es la que ha votado ‘No’ es la que menos se va a afectar por esa implementación. Esos acuerdos a quien menos afecta es al país urbano y, sin embargo, la Colombia rural insiste en que se apliquen. El presidente tiene que escucharnos.

– ¿Cómo interpretan ustedes, las víctimas, la actitud de los voceros del ‘No’?

– Realmente es una falta de respeto. Después de que hemos hecho tantos esfuerzos para construir la paz, las víctimas somos las más autorizadas para decir si estamos de acuerdo o no con los acuerdos…

Lo que ha pasado aquí es que los que han estado en la comisión de delitos ahora se ponen como los buenos. Eso es injusto y que esa gente impulse a tanto colombiano a decir que ‘No’ solo por proteger sus intereses… es muy egoísta…

Palacios (al fondo, de rojo), en una reunión con un Consejo Comunitario del río Bojayá.

Palacios (al fondo, de rojo), en una reunión con un Consejo Comunitario del río Bojayá.

– ¿Y cómo se impulsa a tanto colombiano a votar en contra del proceso de paz?

– Es sencillo. Dijeron mentiras sobre todo… que iban a ver a Timochenko en la Presidencia, que esto era un tema de que Colombia se entregaba al “castrochavismo”… Le dijeron mentiras al país urbano y a la clase popular le anunciaron que se iban a quitar todos los subsidios que existen, que ahora los militares iban a ser condenados con la Jurisdicción Especial de Paz.

Y el acuerdo buscaba todo lo contrario, de hecho trataba de resolver el tema de la verdad, el tema de la impunidad. Mire, la masacre de Bojayá lleva 14 años en la impunidad… Hay tres responsables de la masacre [la guerrilla, los paramilitares y el Estado, según Naciones Unidas] y sólo las FARC han venido y han reconocido su responsabilidad. Lo que también pretenden los acuerdos de La Habana es fortalecer los temas de reparación a las víctimas… la apuesta que había en los acuerdos era a robustecer el modelo del 1448 [la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras de 2011] de reparación para las víctimas. Robustecer la verdad, la búsqueda de personas desaparecidas… si nosotros [en Bojayá] después de tanto tiempo tenemos nuestras víctimas sin identificar y sin entregar a sus familiares de forma digna… ¿cómo estarán otras regiones del país? Los acuerdos no eran para las FARC eran para la población civil, y sobre todo para la población rural. La gente del ‘No’ condena al país rural.

– Pero ganaron…

– La diferencia de la votación no es significativa y la verdad es que en las zonas rurales hemos tenido muchas dificultades para votar… si el país rural hubiera tenido las mismas condiciones del país urbano para votar, la diferencia hubiera sido abrumadora pero por el Sí. Mire en Bojayá… si hubiéramos tenido condiciones para que pudieran llegar a Bellavista los indígenas desde las zonas alejadas del municipio o para que los desplazados que tenemos en Quibdó, en Medellín o en Bogotá hubieran votado… entonces hubiéramos triplicado el aporte al ‘Sí’ [En Bellavista, cabecera municipal de Bojayá, el 97,78% -1.978 personas- de los votantes optaron por el ‘Sí’, mientras el ‘No’ consiguió el 4,21% -87 votos-].

El ‘No’ ganó no porque la gente esté con ellos, aquí hubo muchos factores que impidieron que la gente que estaba de acuerdo pudiera acceder a votar. El Pacífico ha tenido muchas dificultades para llegar a las urnas y otras zonas del país también.

– ¿Qué esperan ahora?

– Esperamos respeto, esperamos seguridad, esperamos que lo que costó tanto conseguir [los acuerdos de La Habana] sean una realidad. Las víctimas lo tenemos claro y el país debería respaldarnos.