Nicaragua: de la traición a Sandino al gobierno revolucionario
Nicaragua vive un convulso siglo XX en el que las guerrillas están presente como única vía de oposición a los sucesivos Gobiernos, intervenciones estadounidenses y dictadores. En este tiempo hay dos desarmes, uno vía negociación que acaba en asesinato, el de Augusto César Sandino en 1934, y otro vía victoria, la de 1979, cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) entra en Managua un 19 de julio y consuma la derrota de Anastasio Somoza Debayle. En este caso, el paso a la política de la guerrilla es una cuestión de victoria militar, no de acuerdos. El FSLM pone fin a décadas de dictadura y establece un Gobierno revolucionario en el que estuvo entre 1979 y 1990, ratificado en sucesivas elecciones.
Pero unas décadas antes, el 8 de enero 1934, la posible firma de un acuerdo de paz acabó en traición. Tras la retirada de las tropas de Estados Unidos de Nicaragua, Augusto César Sandino inicia la negociación que conduce al desarme del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. Las tropas se desmovilizan y se concentran en las tierras asignadas en los márgenes del río Coco. Apenas un mes después Sandino es asesinado por órdenes del embajador de los Estados Unidos, Arthur Bliss Lane, y el jefe de la Guardia Nacional de Nicaragua, Anastasio Somoza García. También fueron masacrados los ex combatientes de su ejército. Con la desaparición de Sandino y de los líderes de su ejército desaparece la dirección de las fuerzas patrióticas que empezaban a organizarse políticamente.
Tres décadas después –con diversos movimientos guerrilleros dispersos- el FSLN asume el nombre de Sandino para continuar una lucha armada. En marzo de 1979 se firma un acuerdo de unidad entre los representantes de las tres fracciones sandinistas y en junio se hace el llamamiento a la «Ofensiva Final» y a la huelga general. El 19 de julio las columnas guerrilleras del FSLN entran en Managua. La paz no llega sin embargo y tres años después comienza la guerra contra la Contra, movimiento contrainsurgente de extrema derecha financiada por Estados Unidos que se prolongó hasta 1989. Las primeras elecciones libres –y verificadas por observadores internacionales- llegan cinco años después de la toma de Managua, en 1984. El FSLN obtuvo mayoría absoluta –67% de votos–, aunque los comicios fueron boicoteados por varios partidos de la oposición. Tras la reforma constitucional de 1987 y la lucha contra la Contra, los sandinistas perdieron las elecciones de 1990 frente a una coalición de la oposición liderada por Violeta Chamorro, pero se mantuvieron como segunda fuerza. Tras 16 años en la oposición y pactos denunciados con parte de la oligarquía liberal, el FSLN volvió a obtener la victoria en las elecciones del año 2006, victoria que revalidó con una holgada mayoría absoluta en las elecciones de 2011.