Uruguay: el éxito del MLN-T y la reivindicación del pasado guerrillero

La evolución de la guerrilla del MLN-T y su acceso a la política es uno de los casos de mayor éxito de América Latina que no se deriva de un proceso de paz o de la firma de unos acuerdos. Lograron la presidencia del Gobierno 26 años después de ser amnistiados.

La evolución de la guerrilla del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) y su acceso a la política es uno de los casos de mayor éxito de América Latina que, además, no se deriva de un proceso de paz o la firma de unos acuerdos. La mano dura de la dictadura lleva a la cárcel a la mayoría de sus líderes que tras la restitución de la democracia en 1984 y la amnistía optan por la pelea política en lugar de la armada.

El MLN-T surgió a mediados de los años 60 del siglo XX en plena euforia por la Revolución Cubana. Una guerrilla urbana a la que algunos teóricos han definido como “un grupo político con armas” que mediante acciones arriesgadas e ingeniosas, utilizando pocas palabras pero perfectamente comprensibles por el uruguayo medio. Para los Tupamaros,la práctica revolucionaria era más importante que la teoría revolucionaria”.

En 1972 su estructura militar es desmantelada y sus principales dirigentes y cientos de militantes encarcelados. En 1973 se instala en Uruguay un régimen autoritario que dura hasta el año 1984 y un año después, con la democracia restablecida, los presos políticos son amnistiados. Entre los que siguieron militando prevaleció la estrategia de reorganizar la estructura política-militar pero actuando en la legalidad. Los antiguos MLN-T acuerdan su integración en el Frente Amplio (FA), la coalición de izquierdas fundada en 1971, y en 1989 crean el Movimiento de Participación Popular.

Se produce una moderación de su discurso y en 1994 se hacen con los primeros diputados, cinco años después con senadores y en 2004 aportan un importante caudal de votos al triunfo de Tabaré Vázquez en las presidenciales. En 2009, las listas que lidera José Mujica, uno de los fundadores de la guerrilla tupamara, logran 7 de los 16 senadores electos por el FA. En 2010, logra ser electo presidente de Uruguay sin dejar de reivindicar su pasado guerrillero. El tránsito a la legalidad política no fue sencillo, a pesar de todo esto, y el fuerte debate interno terminó en rupturas en algunas ocasiones.