La Defensoría apunta a la policía antinarcóticos como responsable del asesinato de 6 campesinos en Nariño

La comisión especial de la Defensoría desplazada a la zona del Alto Mira (Nariño) confirma los testimonios de varios civiles: fue la policía antinarcóticos -no el Ejército ni disidentes de las FARC- la que abrió fuego sobre los campesinos cocaleros que protestaban en la zona. El terrible saldo temporal de esta masacre: 6 muertos y 20 heridos.

La Defensoría del Pueblo ha pedido a la Fiscalía General de la Nación que adelante “una investigación eficaz, oportuna y diligente, que conduzca a esclarecer los hechos y judicializar a los responsables” de la masacre cometida el jueves en la Zona del Alto Mira en la que fueron asesinados 6 campesinos, “entre ellos dos comuneros Awá”, y que dejó, al menos, otros 20 heridos. Y lo exige porque la comisión especial de la Defensoría que ha visitado la zona, encabezada por el Vicedefensor Jorge Enrique Calero, “no observó a simple vista ninguna evidencia de los efectos que genera la onda expansiva resultado de la activación de cilindros bomba, tales como cráteres, afectaciones por esquirlas, entre otros”. Esa fue la versión de la Fuerza Pública tras la masacre: que un grupo de disidentes de las FARC había lanzado pipetas sobre la multitud de campesinos cocaleros que protestaban por la falta de cumplimiento del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS), contemplado en los acuerdos de paz de La Habana. En esa versión insistió el viernes el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

Ahora, la Defensoría lo descarta y apunta a lo que testimonian numerosos civiles presentes: que se trató de disparos de la policía antinarcóticos, que el Ejército no participó en los hechos [la comunidad insiste en que de no ser por la atención sanitaria y la evacuación militar de los heridos, habría más víctimas mortales], que en el momento de la masacre no había presencia de grupos irregulares ni de la disidencia de las FARC que opera en Nariño…

En la protesta por la erradicación forzosa de cultivos para uso ilícito participaban unos 1.500 campesinos y, del ese total, unos 300 estaban en el caserío Puerto Rico, en la vereda El Tandil, donde se produjo la matanza. Según la Defensoría, en ese punto había efectivos de la Policía Antinarcóticos, del ESMAD y del Ejército. City TV, desplazada a la zona, ha divulgado videos grabados por los protestantes en los que se ve cómo discuten con policías y cómo comienza el tiroteo. “Según varios cultivadores de coca que dijeron estar presentes en el momento de los hechos, un capitán de la Policía sacó su arma en medio del diálogo, y segundos después comenzaron los disparos. Al respecto la policía ha dicho que espera a que el CTI de la Fiscalía concluya la investigación”, reseña el canal local de televisión. En la zona están equipos del CTI y de Medicina Legal.

Las víctimas de la masacre son de las veredas Sonadora, Restrepo, Vallenato, El Divorcio, Playón y El Tandil, y algunos hacían parte del pueblo indígena Awá. Todos del corregimiento de Llorente (Nariño). La Defensoría exige “al Director General de la Policía Nacional, rendir un informe exhaustivo y detallado a la Defensoría del Pueblo, que relacione las circunstancias de modo, tiempo y lugar de los hechos ocurridos en la vereda El Tandil” y pide diversas medidas de protección para la población civil de la zona, una de las más golpeadas por las nuevas formas de violencia oficiales e irregulares del postconflicto armado.