El héroe villano: Maza Márquez condenado por el asesinato de Galán (27 años después)
Han tenido que pasar 27 años para que el ex general Miguel Alfredo Maza Márquez haya escuchado cómo la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia, por unanimidad, lo condenaba a 30 años de privación de libertad por concierto para delinquir y homicidio con fines terroristas. Los magistrados no tiene dudas, tras el proceso, de la participación de Maza Márquez junto al Cartel de Medellín y las Autodefensas del Magdalena Medio en la planeación y ejecución del atentado contra el fundador del Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán Sarmiento, en el que además del político santandereano murieron el concejal de Soacha, Julio César Peñaloza Sánchez y el escolta Santiago Cuervo Jiménez. La sentencia es por las tres muertes.
El caso se ha podido juzgar tantos años después ya que la Corte ha considerado el magnicidio contra Galán como un «crimen de lesa humanidad».
Maza Márquez, de 79 años de edad, ha pasado de ser conocido como el Kojak colombiano en los años 80 del siglo pasado a ser la mano que movió el esquema de seguridad para que el atentado contra Galán fuera posible. Los jueces creen demostrado que, como sostenía la Fiscalía, el nombramiento de Jacobo Torregrosa como jefe de seguridad del amenazado político fue clave en “el debilitamiento del esquema de seguridad de Galán y en el plan para asesinarlo”. Según ha defendido la fiscalía en el juicio, Maza Márquez “promovió la expansión de las autodefensas campesinas del Magdalena Medio facilitando sus acciones y la impunidad de sus crímenes” y conocía a la perfección la escuela paramilitar que funcionaba en Puerto Boyacá y donde se entrenó el hombre que disparó letalmente sobre Galán.
Se trata de una vuelta de tuerca en la confusa historia del país. Maza Márquez fue realmente un héroe de la Colombia oficial: el único en haber dirigido el F2 (Inteligencia policial) –entre 1977 y 1980, cuando sus hombres desaparecieron a Omaira Montoya- y el DAS –entre 1985 y 1991), el azote del crimen organizado, el hombre que odiaban “Los extraditables” y contra quien, según la mitología oficial, se habría orquestado el terrible atentado contra la sede del DAS en Bogotá el 6 de diciembre de 1989, en el que murieron 60 personas.
Ahora, la justicia confirma que Maza Márquez terminó aliado con Pablo Escobar y con los grupos que decía combatir y que sin su participación el atentado contra Galán quizá no pudiera haberse realizado (al menos con éxito). Para llegar a esta sentencia ha hecho falta que se detenga tres veces al ex alto mando policial. Las dos primeras veces fue liberado acogiéndose a su fuero, como ex director del DAS, pero hace tres años y, desde entonces, ha estado privado de libertad en el Centro de Estudios Superiores de la Policía (Cespo).
En estos años, Maza Márquez ha estado involucrado en otros escándalos. Uno, relacionado con la estafa piramidal de David Murcia y DMG Holding S.A., en un caso de lavado de activos del narcotráfico. Otro, el más reciente, el asesinato de su hijo, Miguel Segundo Maza, en Magangué (Bolívar). El abogado Miguel Segundo había estado involucrado hace años en un escándalo por malos manejos de bienes incautados a narcotraficantes y cuando fue asesinado, el 18 de julio de 2016, era asesor del perito de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) para la custodia de los bienes incautados al exalcalde de Magangué, Jorge Luis Alfonso López, privado de la libertad por el delito de homicidio.