La policía se enreda en una guerra contra civiles en Tumaco
Los vídeos son brutales. Miembros de una misión humanitaria gritan y se identifican: “¡Naciones Unidas!,¡MAP-OEA!, ¡Gobernación de Nariño!, ¡Personería!, ¡Diócesis de Tumaco!…” La respuesta: disparos y granadas sonoras. La misión también era acompañada por periodistas de medios como Contagio Radio, El Pacifista, Semana o El Tiempo.
El vicepresidente, Óscar Naranjo, tras una reunión de urgencia en Bogotá con Naciones Unidas reconoció que “hubo un comportamiento irregular” por parte de miembros de la Policía Nacional que atacaron a una comisión humanitaria. Poco más… que se investigará y que: “entendemos que iban en una misión humanitaria que ha debido recibir otro trato”.
La realidad es que el trato que recibieron fue de violencia. En un comunicado público firmado por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, JustaPaz, el Comité Permanente por la Defensa de Derechos Humanos y Comunidades Construyendo Paz en los Territorios (CONPAZ), se confirma que la misión estaba confirmada por “CPDH, Justapaz, CONPAZ, Corporación Yira Castro, Minga, Somos Defensores, Diócesis de Tumaco, y Comisión de Justicia y Paz, junto con delegados de la Personería Municipal, la Oficina del Alto Comisionada de Derechos Humanos y la MAPP OEA”. Los representantes de estas organizaciones, que se identificaron en repetidas ocasiones, “fueron atacados con disparos y lanza balas aturdidoras por unidades policiales en momentos en que verificaban la información de un posible cuerpo sin vida ubicado a unos 500 metros del caserío Tandil, municipio de Llorente, departamento de Nariño”.
“Cuando la misión estaba llegando al lugar se encontraron a pocos metros y de frente con unidades policiales que les estaban apuntando. Se escuchó un tiro que pasó por tierra a dos metros de una defensora de JustaPaz, y a tres metros de un defensor de la Comisión de Justicia y Paz. Algunos de los integrantes de la misión cuando constataron que eran apuntados gritaron: ‘no disparen, somos civiles en una misión’ y se escucharon tres lanza balas aturdidores para acallar a la misión y nuevos tiros. A pesar de la llamada al respeto de la Misión se escucharon nuevas detonaciones Así empezó la estampida de los integrantes de la misión que atravesó la Quebrada La Honda, para llegar al caserío El Tandil”.
La versión de este comunicado coincide con la transmitida por la Misión de Verificación de la ONU, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos y la MAPP-OEA que, en otro texto público, asegura que «después de las cuatro detonaciones [de bombas de aturdimiento], los disparos y los gases, la comitiva que estaba dialogando con la comunidad se dirigió hacia el Capitán para solicitarle que detuviera la acción debido a que se trataba de la delegación que él mismo había autorizado». Los organismos internacionales explican con detalle cómo se había informado a la fuerza pública de la presencia y los objetivos de esta misión humanitaria.
La misión se encuentra en este momento en Tandil, cerca del lugar en donde se produjo la masacre del pasado jueves. El lugar del ataque es habitado por el pueblo indígena Awa.