Las víctimas de Hidroituango logran que el alcalde de Toledo dé la cara

Han sido necesarios cinco duros días de campamento de resistencia y múltiples denuncias para que Jhonny Alberto Marín Muñetón hablara con los barequeros y campesinos del Movimiento Ríos Vivos. A pesar de la presión de EPM, se abren cauces de diálogo.

El campamento de protesta y resistencia de las víctimas del ‘desarrollo’ del megaproyecto de Hidroituango de Empresas Públicas de Medellín (EPM) ha logrado que el alcalde del municipio de Toledo (Antioquia), Jhonny Alberto Marín Muñetón, los escuche. Les ha costado un desalojo de barequeros, el 31 de enero, un campamento de protesta de cinco días al pie del río Cauca, que comenzó el jueves 9 de febrero, y mucho temor, ante la incursión de un grupo armado en busca de miembros de Ríos Vivos, en el vecino municipio de Briceño. (Te interesa leer Las víctimas del ‘desarrollo’ se plantan en el río Cauca)

Finalmente, el lunes 13 de febrero, las víctimas se reunieron con el alcalde y le arrancaron el compromiso de consultar con el Movimiento Ríos Vivos antes de proceder a cualquier nuevo desalojo en el área de influencia de Empresas Públicas de Medellín. Adicionalmente, se va a generar un nuevo espacio de diálogo entre la alcaldía y los afectados para debatir y analizar el concepto de “desplazamiento por desarrollo”, para delimitar los conceptos de violencia -que son muy diferentes en unos y otro- o para estudiar si se está dando, como reclama Ríos Vivos, discriminación de los campesinos por el simple hecho de oponerse a Hidroituango, ya que son sólo éstos los que son desalojados de las orillas del río Cauca, aunque haya otros barequeros cerca.

“También fue muy evidente el ejercicio de poder asimétrico que realiza EPM sobre las alcaldías”, relata Isabel Zuleta, de Ríos Vivos. El alcalde se refirió en varias ocasiones a “los alcaldes de Hidroituango” y eso generó “mucho malestar entre los asistentes”. Marín reconoció que para los alcaldes es muy difícil la interlocución con EPM que es, siempre, a través de abogados, y que ellos temen meterse en problemas jurídicos con la multinacional antioqueña.

La alcaldía va a estudiar si el establecimiento de el espacio de diálogo se reglamenta mediante decreto. El campamento, que buscaba forzar un diálogo como el que se produjo el lunes, pedido hace semanas y negado de forma repetida, se levantó de forma inmediata.