“No se ve la voluntad del gobierno para cumplir los compromisos con el Chocó”
Diecisiete días y diecisiete horas duró el séptimo paro cívico del Chocó que concluyó el 27 de mayo de este año tras lograr un nuevo acuerdo con el Gobierno que firmaba lo que ya había rubricado unos meses antes, tras el sexto paro cívico. Lo mismo que piden los chocoanos desde hace décadas y lo mismo que se incumple una y otra vez: carreteras y aeropuertos, hospitales y escuelas… de algún modo, formar parte del país con el que comparten bandera. Este último acuerdo contaba con tres garantes (la Diócesis de Quibdó, la Procuraduría y la Defensoría) y, en teoría, debe haber una rendición pública de resultados cada seis meses -en el mes de noviembre-. Colombia Plural ha querido saber cómo van las cosas y, aunque la información es poca y está dispersa y no hay un pronunciamiento oficial del Comité Cívico por la Dignidad y Salvación del Chocó, el balance no es bueno.
De hecho, hoy, en el departamento, se siente un sinsabor. La muerte de dos personas la semana pasada, en dos accidentes ocurridos el mismo día sobre la vía que comunica a Quibdó con Medellín, volvió a revivir la preocupación que sienten los habitantes del Chocó por el futuro de este proyecto y por el presente de la incomunicación que vive el departamento. Aunque actualmente se realizan trabajos sobre las dos vías nacionales del departamento (Quibdó–Medellín y Quibdó–Pereira), la continuación y terminación de las pavimentaciones pareciese estar lejos de ser realidad.
Jorge Salgado, vocero del Comité Cívico por la Dignidad y Salvación del Chocó, se queja de que ya “hace más de tres meses que el Ministerio de Hacienda debió firmar el CONFIS de vigencias futuras”. Pero no fue hasta este miércoles 24 de octubre que se dio ese trámite por el que el Consejo Superior de Política Fiscal (CONFIS) garantiza 399.500 millones de pesos de los 720 mil millones que se necesitan para las dos vías. Lo aprobado por el CONFIS destina 20.000 millones para 2018 y el resto repartidos entre las vigencias de 2019 y de 2021.
Actualmente, el INVIAS realiza trabajos de mejora del tramo Quibdó–’El 18′ por un valor de 81 mil millones de pesos. Según Salgado, el contrato ejecutado desde hace 20 meses por la empresa Solarte, Nacional de Construcciones y Sonacol, ya consumió el 64,5% del tiempo previsto y todavía falta por pavimentar 11,42 kilómetros de 12,8 contratados. Falta el 89% de la obra y el tiempo se agota. La historia parece repetirse.
En los últimos meses Jorge Eliecer Díaz, gerente de Transportes Expreso Chocó, ha viajado en múltiples ocasiones por la vía Quibdó-Medellín. No habla de teoría y dice que no ha visto ninguna mejora sobre la vía. “Si el gobierno de verdad se interesara por el Chocó, contrataría varias firmas para agilizar las obras que se realizan actualmente”. Según Díaz, “no se ve la voluntad del gobierno para terminar esta ruta ni para cumplir los acuerdos del Paro Cívico”. Agrega que la empresa que él dirige ha perdido oportunidades de negocios con otras empresas del interior del país por el mal estado de las vías del Chocó.
Para el Comité Cívico, recién reconocido en la lejana Bogotá de los discursos por su liderazgo en el paro, el Gobierno no tiene otra opción que cumplirle al Chocó después de haber aprobado el pasado mes de junio el CONFIS de aval fiscal, el CONPES, así como la publicación de prepliegos licitatorios.
Hay algunos avances, pero son todos parciales. Según el reporte de la mesa de infraestructura del Comité Cívico, la continuación de los estudios, diseños y licenciamiento de cinco tramos de la vía Las Animas–Nuquí se ha completado en un 90%; se tiene previsto que el 31 de octubre estos estudios sean entregados en 12 volúmenes a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para que defina el diagnóstico ambiental y continúe con el proceso de consulta previa.
Sobre el punto de vías terciarias se conoció que INVIAS asumirá la interventoría del mejoramiento de las vías del municipio de Riosucio por un valor de 97 millones de pesos con recursos del proyecto de Vías Terciarias para la Paz y el Posconflicto, dejando como responsables a los municipios y a la gobernación de la ejecución de los proyectos de mejoras.
La salud aplazada
El tema de salud ha sido crítico dentro de las prioridades del pueblo chocoano. El proyecto Nuevo Hospital San Francisco de Asís de mediana y alta complejidad está en la lista de los 20 hospitales que tiene previsto construir el Ministerio de Salud en el país. En teoría, ya tiene garantizado un presupuesto de 30 mil millones de pesos, según lo afirmó Luis Gilberto Murillo, Ministro de Medio Ambiente, el pasado 27 de mayo cuando se levantó el paro en Quibdó. En teoría.
Para materializar este proyecto, FONADE (Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo) se comprometió a aportar 2.600 millones de pesos para los estudios y diseños, que, según el estudio de factibilidad entregado en junio, inclinarán el Estado a la construcción de una sede de 5 a 6 bloques de dos pisos cada uno, donde se integre un hospital mental y un bloque para diagnósticos.
El lote para este hospital, que ya fue designado por el gobierno municipal y departamental, está ubicado en el kilómetro 7 de la vía Quibdó–Yuto, tiene 4.7 hectáreas de extensión y ya cuenta con escritura propia. Sin embargo, no cuenta con una vía de acceso de 800 metros que, según FONADE es indispensable para la continuidad del proyecto.
El médico Emir Castillo, vocero de la mesa de Salud, quien ha participado de las reuniones con FONADE, afirma que no ha sido fácil. “Parecía que este proceso iba avanzando bien, pero ahora está paralizado por las exigencias de FONADE”. La vía de acceso deberá ser construida por la Gobernación del Chocó, agregó.
Otros médicos consultados en el Hospital San Francisco de Asís opinan que para que el hospital de tercer nivel funcione antes se debe contar con un hospital de primer y segundo nivel que funcione a cabalidad. Lo que, según ellos, podría empezar a resolverse con el funcionamiento de la Nueva ESE Hospital San Francisco de Asís, administrado por el gobierno departamental, el cual espera el desembolso de 3.119 millones de pesos para mejorar la infraestructura actual de las salas de maternidad, medicina interna, consulta externa y salud mental.
El acuerdo firmado en mayo incluía inversiones del Gobierno en materia de salud por 84.726 mil millones de pesos y otros 12.000 provenientes de la Gobernación. Eso incluía 3.000 millones para la adecuación del hospital de Bahía Solano; 8.500 millones para la construcción de un hospital en Riosucio y 10.000 para otro en Itsmina que deberían ser financiados con recursos del Gobierno nacional y del Sistema Nacional de Regalías. De estos compromisos, nada se sabe.
Belén de Bajirá
Luego de la polémica que causó en junio la publicación del mapa del Chocó que incluye a Belén de Bajirá, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) inició el pasado 11 de octubre el proceso de amojonamiento o delimitación física del territorio –con la protesta, esperada, del departamento de Antioquia-. Este proceso, solicitado por la gobernación de Chocó, consiste en la instalación cinco obeliscos y ocho pilares que estarán debidamente identificados una placa y geo-referenciación. Estos 13 puntos fijos estarán en límites claves como ríos, cabeceras, cortes de vías imaginarias, previamente identificados en el informe de deslinde realizado por el IGAC.
Según explica Hedrix Gutiérrez, ex integrante del Comité Cívico, pero quien sigue activo en esta mesa temática, sobre la transmisión administrativa de Belén de Bajirá al departamento del Chocó el gobierno no ha hecho nada, es decir, que Antioquia y Chocó continúan ofreciendo a los habitantes del corregimiento servicios de salud, educación y seguridad de manera simultánea. Antioquia fía todo al dictamen pendiente del Consejo de Estado y Chocó sigue presionando para que se cumpla lo pactado con la transferencia de este municipio al departamento.
La –interrumpida- interconexión eléctrica
En un comunicado de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres se anunció que a través del Plan Todos Somos Pazcífico se garantizarán 12 mil millones de pesos para el proyecto de interconexión eléctrica San Miguel-Sipí, el cual suministrará del fluido eléctrico a 9 veredas del río San Juan y al municipio de Sipí. Hasta la fecha, este es el único proyecto de interconexión eléctrica aprobado, dejando por fuera los otros cinco municipios pactados en los compromisos del Paro Cívico: Acandí, Unguía, Alto, Medio y Bajo Baudó.
Educación ausente
En tema de la Educación es de los puntos que menos ha avanzado. Según un funcionario de la Secretaría de Educación Departamental, “con 20 mil millones de pesos que iban a ser girados por la gobernación del Chocó se pensaba atender a todas las sedes viabilizadas para jornada única, pero eso no va a suceder, no hay recursos para eso”. No es el único capítulo de preocupación. Acxan Duque Gámez, procurador regional del Chocó, aseguraba a Colombia Plural que «desafortunadamente, no todos los puntos están avanzando como se requiere». «Como Procuraduría nos enfocamos en lo positivo, sin embargo, con los puntos negativos asumimos un rol preventivo importante. Los puntos como infraestructura y Educación son críticos, y nos llegan información como el del tema de deportes en los que no se ha avanzado significativamente».
¿Otra vez a las calles?
“Los chocoanos no podemos desgastar la estrategia de paro cívico, sino que nos toca buscar otras estrategias de presión, buscar a los garantes y presionar desde toda Colombia a que el gobierno nos cumpla de verdad, que no se quede todo en el papel por el afán de levantar el paro”. Es lo que piensa la periodista chocoana Maruja Uribe, quien pide además que se exija a los dirigente que “hagan respetar el territorio y que se dé a conocer el verdadero plan que tiene el gobierno central con el departamento del Chocó”.
Como Uribe, otras personas consultadas piensan igual, agregando que los chocoanos deben cambiar la mentalidad a la hora de votar y castigar a todos los políticos que, de alguna manera, durante décadas han usado el departamento para fines electorales sin cumplir con las promesas ni satisfacer las necesidades básicas de la gente.
El médico y joven activista político Marcel Valoyes, está en la misma línea: “Más que salir otra vez a las calles debemos empezar a participar activamente de veedurías y otros mecanismos de participación ciudadana para hacer presión a que las cosas se hagan bien; asimismo, votar de manera inteligente en las próximas elecciones para el cambio sea real”. Para Valoyes, es importante que en el tema de la salud lo poco que el Chocó tiene funcione bien, así como otras infraestructuras abandonadas por falta de voluntad política, como la hidroeléctrica del municipio de Lloró, la cual, junto con sus compañeros de activismo, está decidido a que vuelva a funcionar algún día.
Mientras en Chocó no se habla de nuevas movilizaciones, en Buenaventura ya se ha realizado una marcha en protesta por la lentitud del Gobierno a la hora de cumplir las promesas a las que llegó con esa ciudad del Pacífico –cuyo paro cívico, paralelo al de Chocó fue reprimido con violencia- y varios líderes sociales no descartan que el puerto deba parar de nuevo para exigir al Estado que honre lo firmado.
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