“Un desaparecido es un desaparecido”: ¿quién oculta la violación a los derechos humanos?

Hay violencia física y violencia semántica. Las dos matan, las dos desaparecen a civiles, las dos se necesitan entre ellas. Esa podría ser la principal conclusión de un pequeño informe de urgencia que ha hecho público hoy el Equipo Desaparición Forzada del colectivo Human Rights Everywhere (HREV) para denunciar las técnicas para invisibilizar la desaparición forzada en el marco de la protesta social que se mantiene en Colombia desde el 28 de abril y que complementa al prolijo dosier que HREV publicó el 14 de mayo y en el que se denunciaba el regreso de la figura de la detención desaparición.

“Los conceptos básicos sobre violación de derechos humanos han sido distorsionados ante la opinión pública del país por el uso de un lenguaje eufemístico respecto de los casos de desapariciones forzadas durante las protestas y por la falta de información confiable y de calidad por parte de las entidades del Estado que son responsables de la investigación, búsqueda y protección de las personas dadas por desaparecidas”, explica HREV y matiza que ambos problemas (la ocultación del delito y la falta de transparencia) abonan un subregistro inmenso provocado por la falta de confianza de los familiares de las víctimas en las entidades que deberían proteger sus derechos..

Por ello, la organización internacional con presencia en Colombia, publica su segundo informe durante el Paro Nacional. En el que se insiste en que el hecho de haber sido desaparecido de forma forzada no se desvanece cuando la persona aparece con vida. “Cualquier persona detenida en el marco de las protestas y retenida contra su voluntad sin que haya información pertinente, transparente y adecuada sobre las razones de su detención y el lugar de retención, y que no sea puesta a disposición de las autoridades judiciales en el tiempo y formas estipulados por la ley, es una persona detenida desaparecida”. Por ello, HREV cuestiona a las autoridades que están refiriéndose a “personas no ubicadas” o que publican informes en los que destacan la “aparición” sin informar sobre la situación en la que fueron desaparecidas, qué autoridades son responsables, en qué condiciones han estado o si se han violado otros derechos humanos (trato degradante, torturas, impedimento de asistencia legal, etcétera).

El informe, según explica HREV en una nota de prensa, incluye ejemplos de las situaciones que denuncia y profundiza en existencia de lugares de detención ilegal, en la falta de amparo legal y las trabas al trabajo de periodistas y destaca la falta de credibilidad de las instituciones, lo que supone que haya un subregistro de denuncias porque las familias no confían en las entidades pertinentes (Fiscalía, Procuraduría o la propia Policía) y una falta de transparencia que va en contra de todos los estándares fijados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la actuación del Estado en el marco de la protesta social.