A 50 días del fin ‘oficial’ de los campamentos, ninguno está acabado

Las Zonas Veredales y los Puntos Transitorios donde se concentran las FARC siguen a medio camino de lo que deberían ser. El Mecanismo de Monitoreo y Verificación registra problemas acumulados en unos lugares que, sólo en teoría, deberían desaparecer el 1 de junio.

El 1 de junio, es decir, dentro de 50 días, vence el plazo ‘oficial’ de los acuerdos de La Habana para la vigencia de las Zonas Veredales y Puntos de Transición y Normalización. Y a 50 días de ese plazo, únicamente hay una, la de Carrizal en Remedios (Antioquia), con el cien por cien de las zonas comunes construidas pero en la que la entrega de material por parte del Gobierno es de solo el 15%. El punto de La Plancha, en Anori (Antioquia) tiene el 92% de las zonas comunes y el 85% del material de los alojamientos entregado. Frente a ello hay dos con ambas fases al 0%. Ni zonas comunes ni material: la Guajira en Meseta (Meta) y Monterredondo, en Miranda (Cauca). Solo 4 superan el 80% de las zonas comunes construidas y 16 de ellas están por debajo del 50%. En el caso de la entrega de material, la situación está aún más atrasada: Hay 9 al 0%; 7 por debajo del 25% y solo 4 superan el 80%. (Ver informe)

Son datos del quinto informe mensual del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V) que comprende del 7 de marzo al 7 de abril y que pinta un panorama de inmensos atrasos y lentitud para la construcción de unas infraestructuras que, se supone, son transitorias y que tienen una fecha de caducidad: según los acuerdos de La Habana, el 1 de junio (tras 180 días desde el día D, de la firma). Este panorama de una precaria implementación llega en el momento en el que diversas voces apuntan a una prolongación de la presencia de las FARC en esta zonas transitorias. Hace unos días Andrés París, miembro del Secretariado de las FARC, apuntaba en varios medios de comunicación sobre la existencia de un “compromiso político” con el Gobierno para ampliar el período de las zonas veredales, que cambiarían de nombre y forma jurídica para cumplir con la efectiva reintegración de los excombatientes a la sociedad. El Alto Comisionado par la Paz, Sergio Jaramillo, ‘enfrió’ estas palabras desmintiendo la existencia de un acuerdo concreto aunque sí reconocía que se está estudiando esta posibilidad, siempre condicionada a que las FARC cumplan con el cronograma de dejación de armas, que termina con las extracción de la totalidad del material bélico el 1 de junio de este año. El objetivo de prorrogar estas zonas sería, indicó Jaramillo, para la reincorporación de los excombatientes, es decir, para tareas de alfabetización, consolidación de los proyectos productivos y para poder hacer un acompañamiento muy riguroso de su tránsito a la vida civil. Para la guerrilla siempre fue diferente que una cosa es cumplir con los términos pactados para la dejación de armas y otra terminar ese proceso de reincorporación de los combatientes.

Lo cierto es que la llegada a las Zonas Veredales (ZVTN) y los Puntos (PTN) arrancó con muchos retrasos y la guerrilla no llegó definitivamente a estos lugares hasta el 19 de febrero, con semanas de retraso y en precarias condiciones. El informe del MM&V admite que ya están solucionados todos los problemas de arrendamientos de los terrenos, relata que hay 14 médicos y 19 enfermeros y que queda pendiente la atención en salud en seis de las ZVTN y PTN y que en 19 de ellas ya hay ambulancias. No obstante, plantean la necesidad de agilizar los procesos logísticos necesarios para la instalación de Puestos de Salud dotados de médicos, enfermeras y ambulancia que atiendan a las FARC, población civil e integrantes del MM&V en los campamentos.

Junto a ello, hacen un chequeo de las cinco últimas entregas de alimentos donde sigue habiendo problemas: entregas de material insuficiente que no cubre el periodo para el que son establecidas; diferencias de hasta el 40% entre los productos solicitados y los que llegan; problemas con el etiquetado y fallos en las periodicidad de entrega. Asimismo, se reconoce que aunque se ha reducido el problema, siguen llegando productos frescos en mal estado. Resalta como positivo para ponerle remedio a estos problemas la designación de un delegado de las FARC en cada punto para que acompañe el proceso y facilite la compra a proveedores locales.

¿Elementos de escucha en la ropa para las FARC?

El informe reconoce que ambas partes (Gobierno y guerrilla) han demostrado un continuo y firme compromiso con el cese al fuego bilateral y definitivo, aunque también se reportan algunos incumplimientos unos no graves y otros que no han podido ser verificados. Entre estos últimos citan el “empleo de elementos electrónicos” de grabación de audio o ubicación que la Fuerza Pública habría incluido entre las ropas proporcionadas a las FARC; actividades del Ejército para inducir a la desmovilización de integrantes de la guerrilla; el sobrevuelo de una nave militar sobre la zona de San José de Oriente y desplazamientos de las FARC considerados de carácter humanitario. Entre lo verificado incluyen dos movimientos de miembros de la guerrilla no ajustados a los protocolos y “actividades de proselitismo armado” por parte del Frente 33 en el municipio de Tarra y que el MM&V califica de “incidente relevante”. El Mecanismo de Monitoreo también investiga una presunta agresión sexual en diciembre por parte de un agente del Ejército nacional a una menor, sobre la que aún no hay conclusiones.

Dejación de armas

Si sobre la caducidad de los plazos de los campamentos temporales se ha abierto el debate, sobre la entrega de armas las posturas son firmes y se mantiene la fecha del 1 de junio como fecha límite. Sobre este proceso el MM&V señala en su último informe que la Misión ONU ha recibido las armas individuales de los integrantes del Mecanismo de Monitoreo y avanzado en la planificación y verificación de las armas inestables y la extracción de armamento de las caletas.