La Minga muestra su «compromiso con la paz» y firma el acuerdo con el Gobierno
Han tenido que pasar 10 días de protestas, cortes de vías, violencia policial, judicialización de manifestantes…. “Nosotros como pueblos indígenas milenarios apostamos por los escenarios de diálogo, pero al Gobierno le ha gustado que nuestras comunidades salgan a las vías de hecho para poder hacer efectivo lo acordado”, recordaba esta mañana Eduardo Alberto Estrada, vocero de AICO por la Pacha Mama. Lo hacía en la conferencia de prensa en la que este jueves 9 de noviembre los representantes de todos los movimientos indígenas convocantes de la Minga por la Vida han anunciado en Santander de Quilichao (Cauca) el fin de este ciclo de movilizaciones al haberse llegado a un acuerdo con el Gobierno tras tres intensos días de negociaciones en Monterilla (Caldono, Cauca).
“El Gobierno asumió compromisos para avanzar en el cumplimiento de acuerdos y garantías según el pliego de exigencias de la Minga, y se estableció una agenda para atender las demandas a nivel nacional”, explicaba el consejero mayor de la ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia), Luis Fernando Arias.
La vocera de OPIAC (Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana), Fanny Kuiru, se alegraba por estos acuerdos pero recordaba que “en un estado social de derecho no debería ocurrir lo que pasó en estos días, pero se llegó a este punto de reclamar por vías de hecho” y pedía que esta vez sí se cumplan, “que no se quede otra vez todo en documentos, sino que sean cosas reales que se puedan palpar, que los pueblos puedan sentir esos derechos”. Kuiru, como el resto de voceros, agradecieron a los facilitadores el trabajo hecho en estos días y les pidieron que se mantengan vigilantes a que lo que se ha firmado se convierta en realidad. Martín Santiago, el coordinador residente de Naciones Unidas en el país, Francisco de Roux, Todd Howland (Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos), Roberto Meléndez (Misión de la OEA), Héctor Fabio Henao (Conferencia Episcopal), el ex presidente Ernesto Samper y el senador Iván Cepeda han sido los acompañantes de este proceso de negociación.
La desconfianza de la Minga se siente en las declaraciones. En el comunicado de esta mañana, leído por Luis Fernando Arias, se recordaba que “el Gobierno ha sido complaciente con la violencia contra los pueblos indígenas y la desidia y abandono es la principal política pública que se nos aplica”. También recordaban el “alto costo” que ha tenido para los pueblos esta Minga porque “después de 10 días de movilización en 17 departamentos tenemos más de 40 heridos y 20 judicializados”, aunque uno de los resultados más importantes ha sido “que se ha fortalecido la unidad de los movimientos indígenas que representan a los 106 pueblos del país”. Hacía referencia Arias a que esta vez la Minga ha sido convocada por la propia ONIC (que agrupa a 48 organizaciones), la Mesa Permanente de Concertación Indígena, OPIAC, CIT, Gobierno Mayor y AICO.
A pesar de los antecedentes de incumplimiento de lo pactado por parte del Gobierno y del uso de la violencia policial contra los mingueros y mingueras, los voceros han mostrado la firma de los acuerdos como “un acto de buena fe y de compromiso con la paz”. “Los pueblos quedamos a la espera de que el Gobierno cumpla su palabra. Hubiéramos querido avanzar más, pero hemos alcanzado a acuerdos importantes”, decía Arias.
Los acuerdos que se han firmado abarcan temas educativos, sanitarios, ambientales, de autonomía territorial, sobre la Guardia Indígena e incluyen garantías para aquellos que han participado en la protesta social de estos últimos 10 días y medidas de protección urgente para los líderes y lideresas indígenas amenazados en todos los territorios.