Las víctimas rechazan
un pacto sólo de élites

El Gobierno cede a la pretensión del uribismo y crea una comisión exclusiva con ellos, que le responden preguntando ¿Está dispuesto a corregir puntos del acuerdo? Santos advierte de que el cese al fuego bilateral llega hasta el 31 de octubre

Ya lo dijeron en las urnas y hoy lo han puesto por escrito. Los departamentos de Colombia con más víctimas ratificaron por mayoría el Acuerdo de Paz de La Habana y hoy, ese mandato de las víctimas, lo ha puesto por escrito la Comisión Étnica para la Paz y los Derechos Territoriales que ha pedido la implementación de esos acuerdos y “participación directa” en la Comisión Política Nacional creada por Juan Manuel Santos. Mientras, el Gobierno y el uribismo van dando pasos y destapando posturas, unas más claras que otras. La ministra de Educación, Gina Parody, una de las enemigas preferidas de los contradictores de la educación sexual (que coinciden con los promotores del No), ha presentado hoy su dimisión. La pregunta es si es la primera caída política o si vendrán más. Si ayer Santos cedía a las pretensiones del uribismo de un diálogo directo al margen de la comisión política a la que se negaron a asistir, hoy Centro Democrático responde con una pregunta al Gobierno: “¿Está dispuesto a corregir los puntos en los que ciudadanos del No expresamos preocupaciones?“. El interrogante surge tras la afirmaciones de las FARC de este lunes en las que daban por vigente el Acuerdo de Paz. Uribe se ha permitido el lujo de sugerir otros invitados para esa negociación directa con el Gobierno, y Santos ha tardado tan solo unas horas en convocarle. La reunión sera este miércoles y también se ha citado, por separado, al expresidente Andrés Pastrana.

El primer movimiento ante esa reunión  ha sido el anuncio del propio Santos de que el alto el fuego bilateral (Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo-CFHBD) llega solo hasta el 31 de octubre. Lo que quería mostrarse como el anunció de una orden del Ministerio de Defensa para crear el clima de seguridad que permita «avanzar en los acuerdos y en los diálogos», parece más una advertencia a Uribe: el plazo para negociaciones no es ilimitado y tiene sus consecuencias. “El tiempo es muy importante, no podemos prolongar este proceso y este diálogo por mucho tiempo porque estamos en una zona gris, en una especie de limbo que es riesgoso y puede echar al traste todo el proceso», apostilló el presidente.

El anunció de Santos fue contestado en twitter por Timoleón Jiménez -Timochencko- con una pregunta:   «¿De ahí para adelante continúa la guerra?»

Sin embargo el plazo establecido hasta el 31 de octubre podría «ser prorrogado de acuerdo con la necesidad de preservar el CHFBD, así como la seguridad de la ciudadanía, de los miembros de las FARC y de nuestra Fuerza Pública», reconoció el Ministerio de Defensa.

Si todo este cruce de anuncios y preguntas sin respuesta se producía en la tarde, la jornada arrancó con una intervención pública de la canciller, María Ángela Holguín, una de los tres personas nombradas por Santos para abrir el diálogo con el uribismo. Fue ella la que planteó que la posibilidad de modificar algunos de los puntos del Acuerdo de Paz es una decisión que depende de la guerrilla.

En todo este contexto, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) sigue mandando mensajes de optimismo a través de las redes sociales : “Con buen ánimo nos preparamos para asistir a una próxima reunión con el gobierno. Esperamos poder brindar buenas nuevas”.


Precisamente el avance en el proceso de paz con el ELN es una de las demandas expresadas hoy por la Comisión Étnica para la Paz, que en rueda de prensa ha hecho un llamado hoy a Gobierno y FARC, a las Naciones Unidas y a los países garantes para que aseguren “la implantación de los acuerdos”. “Estamos dispuestos a que los acuerdos se empiecen a implementar en nuestro territorios porque de su cumplimiento depende la paz”, afirman, porque aunque los defensores del No digan que los acuerdos sobre la reforma rural, los cultivos ilícitos, la participación política o la atención a las víctimas sean ilegales, lo cierto es que -insisten- ya están recogidos en la Constitución y el Acuerdo de Paz debía «potencializarlo en las zonas de mayor abandono estatal, excluidos de la participación política”.

Y esa exclusión es la que rechazan al exigir su participación en la Comisión Política de Santos: “Creemos que un pacto solo entre las élites políticas, excluyendo a los movimientos sociales y víctimas será limitado y lamentable para la democracia”.

“Creemos que un pacto solo entre las élites políticas, excluyendo a los movimientos sociales y víctimas será limitado y lamentable para la democracia”

En un sentido similar, el Congreso de los Pueblo rechazó “rotundamente el camino de un pacto cerrado y elitista de las derechas, que de nuevo excluya a la gente del común y que es un camino seguro a un nuevo ciclo de violencia”,. En cambio, apuestan por un “gran diálogo por la paz” en el que estén presentes «todos los sectores sociales, ciudadanos, partidos políticos, el Gobierno, las insurgencias, académicos, iglesias, comunidades de fe, empresarios, estudiantes, trabajadores y amas de casa”.

La revisión de los acuerdos es uno de los temas que debaten Humberto de la Calle, jefe de la delegación oficial, y el Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, en la reunión que mantienen en La Habana con los negociadores de las FARC, según reconoció hoy María Ángela Holguín. La postura de la guerrilla desde que se conoció el NO del plebiscito ha sido la de apostar por la paz y la palabra en vez de las armas, pero también es cierto que este lunes insistieron en que jurídicamente el Acuerdo está en vigor –el plebiscito, dicen, era una refrendación solo política- y que parte de las modificaciones que pide el uribismo ya se debatieron y rechazaron en las negociaciones previas de La Habana.
La canciller reconoció que el Gobierno no tenía un plan B ante el NO en el plebiscito. «Desafortunadamente, el Gobierno no tenía un plan B. A uno no se le pasaba por la cabeza que los colombianos dijeran ‘No’ a la paz. Creíamos que Colombia era un país que quería vivir en paz”.

Reunión con Centro Democrático

La primera reunión con el Centro Democrático se producirá cuando De la Calle vuelva de La Habana, precisó la Canciller, y es en ese foro donde se pondrá sobre la mesa las inquietudes de los uribistas, explicó a la emisora La W. Amnistía a guerrilleros, protección efectiva para las FARC y alivios judiciales para las Fuerzas Armadas fueron los primeros temas que el expresidente Álvaro Uribe puso sobre la mesa para comenzar a conversar. En una conversación con Blu Radio, Uribe descartó este lunes una mesa tripartita en La Habana o renegociar acuerdo directamente con las FARC y afirmó que en ese diálogo con el Gobierno deberían estar presentes el expresidente Andrés Pastrana y el ex procurador Alejandro Ordóñez.
Este lunes también ha habido pronunciamientos de Estados Unidos y la Unión Europea para dar su respaldo a Colombia en la búsqueda de la paz y su apoyo al presidente Juan Manuel Santos. El defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera, llamó a dar los pasos necesarios para construir la unidad que permita a Colombia, definitivamente, reencontrarse y poner fin a todas las violencias.

El Sí sale a la calle de nuevo

Y mientras en los despachos siguen moviéndose cautelosos peones, en las calles el Sí vuelve a clamar en favor del Acuerdo de Paz. El movimiento #PazAlACalle se extiende en las redes y hay convocados actos de apoyo en las principales ciudades del país. La principal es la cita de este miércoles en Bogota a partir de las cinco de la tarde. Una marcha de antorchas desde el Planetario que convocan estudiantes de las universidades Distrital, Nacional, Javeriana, Jorge Tadeo, Externado, Pedagogica, la Salle, el Rosario, los Andes, el SENA, Colegio Mayor de Cundinamarca, y en general todas las instituciones de educacion superior de la capital (#MarchoEnSilencioPorLaPaz).

Algunas de las convocatorias confirmadas:

Miércoles 5 de octubre / 5 p.m.

Bogotá (Planetario)

Cali (parque del Ingenio)

Cartagena (Torre del Reloj)